Las enfermedades que puedes llegar a compartir con tu pareja, aunque no sean contagiosas

  • Son varios los estudios que señalan que en enfermedades como la hipertensión, no contagiosas, existe un mayor riesgo de que los miembros de una pareja la padezcan

  • Detrás de ello existen varias posibilidades, especialmente los hábitos que se adquieren, tanto los que son factores de riesgo como los buenos para evitar esas enfermedades

  • Los buenos hábitos que ayudan a reducir el riesgo de alzhéimer hasta en un 145%

Convivir con alguien significa compartir muchas cosas e incluso adquirir algunas manías de la otra parte. Quien lleva años viviendo con su pareja lo sabe. Ahora haces cosas que antes no, pero también tiene su parte mala. Si al otro lado de la cama cogen un resfriado es muy probable que el constipado también te llegue a ti. Cosas de la convivencia y de los virus y bacterias. Sin embargo, ¿y si además de enfermedades contagiosas las parejas también compartiesen las que no lo son? Eso es lo que defiende un reciente estudio.

Compartir enfermedades

La investigación, publicada en el Journal of the American Heart Association, recoge los datos de más de 30.000 parejas de todo el mundo de entre 50 y 75 años de media y señala que entre el 20 y el 50% de ellas compartían hipertensión. ¿Existe alguna explicación para ello?

Los resultados exponen que la hipertensión en esas parejas afectaba a hombres y mujeres prácticamente por igual en un 47’1% en Inglaterra o en un 37’9% en Estados Unidos. Sin embargo, existen variaciones, como que en aquellos países donde la hipertensión no es tan frecuente la influencia de la mujer en la salud de la pareja es mayor.

Con ello, los autores destacan que la intervención en pareja puede ser útil frente a la hipertensión tanto para detectarla como en los cambios de estilo de vida que permiten reducirla y mantenerla controlada a través de la dieta o con más actividad física. Es más, exponen que esos cambios de hábitos son más complicados de mantener si las personas que conviven no los introducen en su vida al mismo tiempo.

La importancia de los hábitos en pareja

Sin embargo, la ciencia también ha ahondado más allá de la hipertensión, pues en una investigación realizada por universidades de Japón y Países Bajos de 2021 se señaló como es bastante frecuente que las parejas tengan una presión arterial similar, pero también niveles de colesterol parecidos o que incluso compartan enfermedades, como la diabetes. Otros trabajos elaborados en la misma línea han destacado que aquellas personas que vivían con alguien con una enfermedad determinada, que no fuese contagiosa, tenían un mayor riesgo de sufrirla, como depresión o asma.

Con el paso de los años se ha visto como al final la vida en pareja hace que se compartan hábitos, desde el deporte hasta la alimentación o el consumo de alcohol o tabaco, a lo que se suma que muchas personas tienden a emparejarse con personas similares a ellos en cuanto a entorno o nivel educativo, incluso genéticamente, según un estudio de hace una década.