Las fiestas navideñas suelen ser sinónimo de excesos. Los eventos sociales se suceden y, con ellos, las comidas copiosas, el consumo de alcohol y dulces en mayor o menor grado y un inevitable descuido de la condición física. Todo ese superávit de azúcares y grasas saturadas puede traducirse no solo en fluctuaciones serias en el peso corporal, sino en que los niveles de colesterol en sangre lleguen a incrementarse en un 10%, según apunta la Fundación Española del Corazón (FEC).
Por eso, al finalizar la campaña navideña y volver a la anterior rutina, es crucial recuperar lo antes posible una alimentación equilibrada y practicar ejercicio físico de manera regular para combatir la hipercolesterolemia derivada de la alimentación de estos días. Un estudio desarrollado en Dinamarca analizó el perfil lipídico de casi 26.000 personas en diferentes meses del año. Al comparar los meses de diciembre y enero, evidenciaron que los niveles de LDL y de colesterol aumentaban un 77 y 89% respectivamente tras las fiestas.
El doctor Lorenzo Silva, secretario general de la FEC, apunta al cambio de hábitos que tomamos durante las fiestas navideñas: "Estos cambios transitorios hacen que los niveles de colesterol fluctúen y que puedan incrementarse hasta en un 10%. Es difícil objetivar dónde se encuentra el colesterol y percibir de una manera tangible estos aumentos, por ello consideramos que la hipercolesterolemia es el enemigo invisible de la Navidad".
Para retomar esos hábitos saludables tras las fiestas, la nutricionista Begoña Caneda propone cinco consejos recogidos por la FEC: