Aceites esenciales que recomiendan los neurobiólogos para tu memoria a partir de los 60
La aromaterapia podría ser una vía eficaz, de bajo coste y que implica un esfuerzo mínimo personal capaz de mejorar la salud del cerebro
Según los expertos unos 70 trastornos neurológicos y psiquiátricos van acompañados de pérdida olfativa y mejorar la capacidad olfativa podría mejorar los efectos de tales trastornos
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El envejecimiento natural del hombre viene acompañado de la pérdida cognitiva y en consecuencia del desarrollo de enfermedades. Además, gran parte de estas afecciones coinciden con la pérdida olfativa. Teniendo en cuenta estas premisas, un grupo de investigadores de la Universidad de California en Irvine (Estados Unidos) llevó a cabo un estudio que concluye que “el enriquecimiento olfativo durante la noche puede mejorar la capacidad cognitiva en adultos mayores sanos”. En Uppers nos hemos hecho eco de este trabajo para conocer los aceites esenciales que recomiendan los neurobiólogos para tu memoria a partir de los 60, y que ayudarían a favorecer la salud mental.
Para llevar a cabo esta investigación se han sumado expertos en disciplinas como neurobiología y comportamiento, neurobiología del aprendizaje y la memoria o deterioro de la memoria y trastornos neurológicos. El texto se publicó completo en julio de 2023 en la sección Fronteras en neurociencia de la revista especializada Frontiersin.org bajo el título: “El enriquecimiento olfativo nocturno mediante un difusor odorante mejora la memoria y modifica el fascículo uncinado en adultos mayores”.
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Estos investigadores contaron con la participación de hombres y mujeres de entre 60 y 85 años, que no habían sido diagnosticados de deterioro cognitivo o demencia, para formar dos grupos, grupo de control o grupo de enriquecimiento olfativo, y a cada uno se le asignó aleatoriamente su pertenencia a uno de ellos. Antes de iniciar las pruebas, durante seis meses y al terminar el programa todos se sometieron a diferentes evaluaciones neuropsicológicas y a exploraciones por resonancia magnética funcional para contrastar la evolución y los resultados definitivos.
¿En qué consiste un enriquecimiento olfativo?
Al grupo de enriquecimiento olfativo se le entregó un difusor de olor y viales con siete tipos de aceites esenciales de rosa, naranja, eucalipto, limón, menta, romero y lavanda para que fueran utilizados durante seis meses. Antes de irse a la cama debían colocar un vial, encender el difusor y mantenerlo activo durante dos horas por la noche. De este modo, cada noche solo se utilizaba uno de los aceites para ir rotando todos los olores cada siete días.
Por su parte, a los individuos del grupo de control también se les proporcionó un difusor de olor y se les pidió que siguieran la misma pauta. Sin embargo, los viales no contenían esos siete aceites esenciales, sino agua destilada con una cantidad mínima e indetectable de olor agregado.
Durante todo este periodo, los participantes completaron un registro de enriquecimiento sensorial diario, la hora a la que se iban a dormir y la cantidad aproximada de horas que habían dormido cada noche. Además, se sometieron a pruebas neuropsicológicas para evaluar el aprendizaje, el recuerdo inmediato y el diferido, pruebas de inteligencia, de intervalos de dígitos, de secuencias de letras y así como una evaluación para detectar anomalías olfativas y determinar si ese enriquecimiento olfativo mejoraba el rendimiento de su capacidad olfativa.
Según explican los expertos, “el sistema olfativo es el único sistema sensorial que tiene proyecciones directas al sistema límbico y que es crucial para la memoria y la emoción”. De este modo entienden que el sistema olfativo podría prevenir o revertir “el deterioro de sistemas de aprendizaje y memoria del cerebro mediante la activación neuronal directa”.
Con el envejecimiento, la capacidad olfativa se deteriora antes que el resto de las capacidades cognitivas. Incluso los investigadores aseguran que “la degradación del olfato predice qué individuos con deterioro cognitivo leve desarrollarán la enfermedad de Alzheimer” o es “paralela a la aparición de otras afecciones como la enfermedad de Parkinson”. Lo cierto es que unos 70 trastornos neurológicos y psiquiátricos van acompañados de pérdida olfativa.
¿Qué sucede cuando se incrementa la capacidad olfativa?
El objetivo de este estudio era “determinar si los participantes conservan o mejoran su capacidad cognitiva después del enriquecimiento olfativo nocturno”. Para ello se centraron en el fascículo uncinado, que es una sustancia blanca del cerebro humano, que conecta diferentes partes del sistema límbico. En concreto, es una vía importante que conecta la amígdala basolateral y la corteza entorrinal con la corteza prefrontal. Esta vía cerebral se deteriora con el envejecimiento y, además, con la enfermedad de Alzheimer. También, se ha sugerido que desempeña un papel en la mediación de la memoria episódica, el lenguaje, el procesamiento socioemocional y la selección entre recuerdos.
Por un lado, en otros estudios se ha demostrado que la estimulación olfativa no pasa por el tálamo, un área del cerebro que se conecta con aquellas que controlan el sueño, impidiendo así que los olores provoquen una percepción consciente durante el sueño. Al mismo tiempo, profundiza el sueño de ondas lentas, que es la parte más reparadora del ciclo del sueño y efectivamente las personas informan sentirse más vigorosas al día siguiente.
Por otro lado, existe una asociación positiva entre la función olfativa y el índice de reserva cognitiva, de modo que diferentes niveles de estimulación intelectual parecen aumentar o disminuir la probabilidad de desarrollar demencia.
Al comprobar los resultados obtenidos tras la investigación, se detectó “una mejora estadísticamente significativa del 226% en el grupo enriquecido en comparación con el grupo de control” en la Prueba de Aprendizaje Verbal Auditivo de Rey, que evalúa el aprendizaje verbal y la memoria. Igualmente se observó “una mejora en el funcionamiento en el fascículo uncinado izquierdo”.
Las conclusiones de este estudio demuestran que “un enriquecimiento olfativo mínimo durante la noche utilizando un difusor de olores produce mejoras significativas tanto en la memoria verbal como en la integridad de una vía cerebral específica”, es decir, “mejoras tanto en el funcionamiento cognitivo como en el neuronal”. Con todo ello, según los investigadores debería estudiarse con más profundidad el enriquecimiento olfativo como terapia para reducir el riesgo neurológico o la pérdida de memoria en adultos mayores. Claramente, podría ser una vía eficaz, de bajo coste y que implica un esfuerzo mínimo capaz de mejorar la salud del cerebro que incluso podría incluirse en los programas de salud pública.