En los últimos años, el vocabulario sobre identidad de género y orientación sexual ha ido evolucionando de una manera abismal. Uno de esos conceptos que cada vez tienen más adeptos, en gran parte gracias a las tecnologías, es el de sapiosexual. Según la Federación Española de Sociedades de Sexología, esta identidad sexual aparece "cuando sientes atracción sexual hacia una persona por su inteligencia, sus planteamientos y por la capacidad para analizar y ver la vida de una manera diferente a los demás".
Se trata de un concepto que se utiliza para referirnos al hecho de sentir atracción sexual y deseo por la inteligencia o por las cualidades morales de una persona. Aunque ahora sea un término de mayor uso, el concepto no es nuevo; esta atracción siempre ha existido. Como ejemplos típicos tenemos al alumno que se siente atraído por los conocimientos del profesor o profesora, el deseo hacia personas de más edad por su madurez intelectual, etcétera.
El término ‘sapiosexual’ no está reconocido por la Real Academia Española (RAE), no obstante, sí aseguran que la palabra sapiosexual (del latín: ‘sapiens’, ‘sabio’) sirve para indicar la preferencia por la inteligencia sobre el físico. Es decir, se utiliza para denominar a aquellas personas que consideran la inteligencia, capacidad de análisis y manera de ver la vida como principal factor de atracción sexual.
El término “sapiosexual” es neologismo reciente acuñado para referirse a quienes se sienten sexualmente atraídos por personas que estimulan su intelecto. Según Avance Psicólogos, se pueden definir diez aspectos para identificar a las personas que se reconocen como sapiosexuales:
Según el libro 'Sapiens. De animales a dioses', las mujeres tienden a ser sapiosexuales porque los sentidos por los que se excitan más, antes y durante las relaciones sexuales, son el oído y el tacto, mientras que los hombres se excitan con más facilidad a través de la vista. Esto supone que haya más mujeres sapiosexuales que hombres, porque cuando reciben estímulos verbales, se activa el deseo sexual.
La sapiosexualidad y la sapiofilia, aunque relacionadas, se distinguen por la naturaleza y profundidad de la atracción hacia la inteligencia. La sapiofilia, a diferencia de la sapiosexualidad, es un patrón de comportamiento sexual poco habitual, una inclinación apasionada por la inteligencia ajena que suele expresarse en términos de intensa atracción sexual. Puede manifestarse en cualquier tipo de relación, incluyendo amistades o conexiones profesionales, donde lo que se valora es la capacidad intelectual del otro, independientemente de una atracción física. La sapiosexualidad es cuando se relaciona con la atracción sexual en sí, es decir, cuando existe una fuerte relación entre la atracción sexual y la mente de la persona, cuando lo que realmente nos llama o nos interesa a nivel sexual es la inteligencia y el conocimiento de esa persona.