Tras ausentarse en el partido contra el Alavés y en los últimos entrenamientos del Atlético de Madrid, la situación de Álvaro Morata ha empezado a preocupar, pues una indisposición médica parece que va a apartar al delantero del césped durante un tiempo indefinido. En su caso, se debe a estar sufriendo un cuadro agudo de neuralgia del trigémino, una afección que causa dolores intensos y que suele afectar a un costado de la cara de quienes lo sufren.
En una intervención en El Partidazo de COPE el doctor Ignacio Velázquez ha señalado que “se trata de un dolor incapacitante. Es un dolor de frente, es cerebral e incapacita al paciente, pero deteriora su calidad de vida. Duele la cata, el pómulo o el oído. Es el dolor más incapacitante, más difícil de tratar y más difícil de controlar”.
“A veces sencillamente comer, afeitarse o echarse agua fría en la cara desencadena ese cuadro”, ha señalado el doctor, aunque también subraya que en ocasiones el dolor es secundario como consecuencia, por ejemplo, “de un vaso aberrante que comprime una rama del trigémino”.
Velázquez resalta que “en tercer lugar están las infecciosas, que pueden ser por una esclerosis múltiple o por un herpes zoster” y que la duración del problema depende la causa, desconocida por el momento en el caso de Morata.
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos define la neuralgia del trigémino como “un dolor punzante o de tipo electrochoque en partes de la cara” que proviene del nervio trigémino, que es el que lleva las sensaciones de tacto y dolor desde la cara, los ojos o la boca hasta el cerebro.
Normalmente no hay una causa exacta, pero sostienen que puede deberse a una esclerosis múltiple o a otras enfermedades que dañan los nervios; una presión sobre el nervio trigémino causada por un tumor o un vaso sanguíneo que se ha hinchado; o por una lesión en el nervio. Suele presentarse en adultos mayores de 50, pero cuando aparece en menores de 40 la casusa suele ser una esclerosis múltiple, un tumor o un vaso sanguíneo hinchado.
En cuanto a los síntomas, el organismo estadounidense resalta que son comunes los espasmos muy dolorosos, parecidos a unas pulsaciones eléctricas, que pueden durar hasta dos minutos. Lo normal es que el dolor se presente en un lado de la cara, aunque sin perder la sensibilidad o el movimiento.
Además de estos síntomas, hay acciones del día a día que pueden desencadenar ese dolor y pueden alertar de un problema, como hablar, cepillarse los dientes, comer, afeitarse o maquillarse.
En lo que respecta al tratamiento, hay medicaciones que ayudan a reducir el dolor y los ataques, pero todo depende de la causa que se haya detectado para que los profesionales se inclinen por una medicación u otra, con la posibilidad de una cirugía, aunque con ella hay riesgo de algunas complicaciones.