El mundo nos entra por los ojos. Tenemos solo dos para toda la vida, así que cuidarlos para prevenir las patologías que más nos pueden invalidar es obligado. La cantidad de estímulos a los que nos enfrentamos no están por la labor, pero hay maneras de mantener a raya todo aquello que lastiman la visión.
Móviles, tablets, ordenadores y, en general, todos los dispositivos móviles pueden tener efectos negativos para la salud ocular y y también para la salud, en general. "Las luces de los dispositivos móviles pueden ocasionar notables perjuicios visuales si no se adoptan medidas para limitar y compensar sus efectos", confirma la experta en salud visual Ainhoa de Federico y creadora del método 'Volver a ver claro". ¿Cuáles son esos posibles efectos negativos? De Federico establece los siguientes:
De Federico insiste en otro efecto que suele pasar desapercibido: "Aunque sea menos conocido, la postura al mirar el móvil suele adelantar la cabeza y hacer que miremos hacia abajo, lo cual altera la postura, genera tensiones adicionales en el cuello y espalda y genera una actitud depresiva". Algunos estudios, de hecho, señalan que el cerebro interpreta cada postura corporal con un estado emocional, de manera que la cabeza gacha y los hombros hundidos -típico al mirar el móvil- sería interpretado como señal de abatimiento.
Para la experta, lo primero sería diferenciar los tres rangos de edad (niños, adultos y mayores), ya que los ojos van cambiando con los años y generan una necesidades específicas. Aun así, sí existen recomendaciones comunes que ayudan a preservar la salud ocular. "Los buenos hábitos esenciales para prevenir y reducir los problemas visuales consisten en pautas sencillas aplicables y eficaces a cualquier edad". Ainhoa de Federico comparte las más efectivas:
La experta considera que practicar diariamente el palmeo y el asoleo contribuye a prevenir problemas de salud ocular. "El palmeo se practica durante al menos un minuto en cada sesión. Es recomendable comenzar de manera progresiva e ir agregando tiempo. En caso de glaucoma, no deben superarse los siete minutos por sesión", advierte de Federico.
¿Cómo se realiza? "En primer lugar, sacudimos o frotamos las manos para relajarlas y las colocamos en forma de cucharita. Con las palmas de las manos, hacemos oclusión alrededor de las cuencas oculares. Luego, posamos los dedos sobre el centro de la frente y mantenemos los ojos cerrados y relajados. Es importante no taparnos la nariz para mantener una buena respiración y oxigenación. Idealmente, se practica el palmeo tres veces al día, y especialmente antes de dormir".
Por último, el asoleo consiste simplemente en dirigir los ojos hacia el sol, con los ojos cerrados, e ir girando suavemente la cabeza de un lado a otro. "Lo ideal es practicarlo en el exterior, pero también se puede hacer sin salir de casa, desde una ventana abierta", concluye la especialista.