Científicos hallan la principal causa de la enfermedad inflamatoria intestinal

La mala noticia es que, según recientes investigaciones, el 95 % de los casos de Inflamación Intestinal tendría que ver con una debilidad específica en el ADN, es decir que la razón somos nosotros mismos. La buena, es que una serie de medicamentos ya existentes pueden revertir la enfermedad. La novedad: un grupo de investigadores del Instituto Francis Crick y del University College de Londres realizó un análisis genético profundo para intentar desentrañar la causa de la EII y descubrió una sección del código genético (o ADN) que resulta ser el "regulador maestro" de la inflamación de los macrófagos, un tipo de glóbulos blancos que causan la inflamación.

Según un reportaje de la BBC, el Dr. James Lee, del Instituto Francis Crick, asegura que esta debilidad genética ' se encuentra justo en “la cima de la pirámide” ya que este gen controla el conjunto de sustancias químicas inflamatorias que liberan los macrófagos, y algunas personas nacen con una versión que hace que su cuerpo sea propenso a responder excesivamente. “Esta es sin duda una de las rutas centrales que fallan para que las personas desarrollen la enfermedad inflamatoria intestinal -le dijo Lee a la BBC-. Es el proceso por el cual una de las células más importantes que causa la enfermedad inflamatoria intestinal falla".

Com se sabe, las formas más comunes de Inflamación Intestinal son la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa. Pero mientras que la colitis ulcerosa se limita únicamente al colon, la enfermedad de Crohn puede afectar cualquier tramo del tubo digestivo, desde la boca hasta el ano, de ahí que los síntomas sean más variados. Entre estos pueden estar la diarrea, el sangrado en las heces, el sangrado del recto, la fatiga o la pérdida involuntaria de peso.

Optimistas

Pero hoy, según reporta la BBC, se vienen realizando experimentos con los que se intenta demostrar que "medicamentos que ya están aprobados para otras enfermedades como el cáncer eran capaces de calmar esta inflamación excesiva". "No sólo descubrimos cómo y por qué algo sale mal, sino también una posible nueva forma de tratar estas enfermedades", le ha dicho Lee, que también es gastroenterólogo en el Royal Free Hospital de Londres, la cadena británica.

Desde ese medio afirman que los investigadores tienen una ventaja dado que los medicamentos ya existen, pero necesitan encontrar una manera de atacar solo a los macrófagos para que no causen efectos secundarios en todo el cuerpo. En ese sentido "los fármacos también deberían calibrarse con precisión para calmar la EII, pero no dejar al paciente susceptible a la infección al desactivar el lado bueno de la inflamación en la lucha contra la enfermedad", aseguran.