Arde la calle al sol del poniente. Por arder, arden hasta las pérdidas, que diría el poeta Antonio Gamoneda. La canícula tiene esta cosa de que, por mucho que la esperes, por mucho que la preveas, por mucho que la anticipes, siempre es como si te cogiera de sorpresa, alterando a golpe de calor, nunca mejor dicho, tu estado de ánimo y volviéndote un ser abyecto y desalmado: hay gente que en verano parece que está siempre en modo "aún no me he tomado el cafe". ¿Por qué ocurre esto? Hay, como para casi todo, una explicación científica.
Como explica la profesora de fisiología Susana P. Gaytan, de la Universidad de Sevilla, citada por el portal Código Nuevo, el cuerpo, simplemente, desencadena emociones (como la ira) para recordarnos que no está confortable en un entorno de, digamos, 40 grados a la sombra un martes por la tarde. Al parecer, todo tiene que ver con el hipotálamo, nuestro termostato corporal encargado de mantenernos a 37º, que te habla, y a veces te chilla, si no tomas cartas en el asunto. Es nuestro propio cerebro, pues, el que a través del hipotálamo, ve modificadas las conexiones nerviosas que mantienen estables nuestro estado de ánimo. Y nos alerta al respecto.
“Sin ir más lejos, en estudios realizados en partidos de fútbol o hockey se ha visto que el calor ambiental aumenta la agresividad en el juego -ha dicho la especialista a Código Nuevo-. La empatía disminuye. Las entradas de amarilla se multiplican". Pero más alarmante aún, según Gaytán "se ha observado cómo se agravan los casos de violencia de género” cuando hace más calor.
En el mismo sentido, un estudio publicado en Science of the Total Environment en 2018, analizaba la influencia de la temperatura en los feminicidios, las denuncias a la policía y las llamadas al 016, el teléfono de atención a las víctimas de violencia de género. Los autores observaron que el riesgo de asesinato aumentaba un 40% tres días después de la ola de calor. Por cada grado por encima del umbral de 34 grados, el riesgo de muerte creía un 28,8%. Además, las denuncias policiales aumentaban un día después del episodio extremo y lo hacían en un 1,7% por cada grado de más.
Incluso aumentan los conflictos en las redes sociales. Y hay estudios que sostienen que "la cantidad de contenido racista y xenófobo publicado en la plataforma de redes sociales Twitter está influenciada de manera no lineal por la temperatura".