Las muertes por infarto han ido disminuyendo a lo largo de los años. Sin embargo, desde 2019 los datos se mantienen estancados y en 2022 la cifra de decesos por esta causa aumentó en España de los 13.463 de 2021 a 13.643, cifras que en todo caso se alejan bastante de las 22.028 muertes por infarto de miocardio registradas en nuestro país en 2006. Conocer los síntomas, cuidarse, llevar unos buenos hábitos de vida y la prevención son clave. ¿Y si hubiese una forma de saber si tienes más o menos riesgo de sufrir uno sin salir de casa ni ir al médico?
Un nuevo estudio va más allá de lo médico para traer el diagnóstico a casa y hacerlo más sencillo para la población. Así, unos investigadores suecos han desarrollado una especie de cuestionario con el cual se puede identificar rápidamente el riesgo de sufrir un ataque el corazón. Ante las dudas que podría suscitar tal investigación, sus resultados sostienen que puede llegar a tener un nivel de precisión similar a las mediciones de la presión arterial o a un análisis de sangre.
El trabajo, publicado en el Journal of the American Heart Association y dirigido por Göran Bergström, profesor de Fisiologia Clínica en la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gotemburgo, médico del Hospital Universitario Sahlgrenska, y también investigador principal de SCAPIS, ha analizado a más de 30.000 hombres y mujeres de entre 50 y 64 años escogidos al azar para que su información puede ayudar en las estrategias de prevención de las enfermedades cardiovasculares.
“Un infarto suele surgir de la nada. Muchas personas que lo sufren están aparentemente sanas, pero tienen depósitos de grasa en las arterias coronarias”, explica el investigador que ha logrado establecer un cuestionario con el conocer qué tipo de riesgo se tiene en solo cinco minutos.
Se trata de 14 preguntas que se relacionan con diferentes factores, como la edad, el sexo, el tabaquismo, la diabetes o los antecedentes familiares de haber sufrido una enfermedad cardiovascular. Combinando toda la información del cuestionario, se puede detectar hasta al 65% de los individuos que cuentan con un mayor riesgo de sufrir un infarto de miocardio.
“Los resultados demuestran que nuestra prueba casera es tan precisa como un examen clínico. Si conseguimos que la prueba esté ampliamente disponible dentro de la asistencia sanitaria, podrá salvar vidas y evitar sufrimientos al ayudarnos a identificar a quienes tienen un riesgo elevado de sufrir un infarto o que están infratratados”, explica el líder de la investigación.