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Virus respiratorio sincitial: qué es, cuáles son sus síntomas y por qué es importante identificarlo

  • Se acerca esa época del año en la que es más fácil contagiarse con un virus

  • Uno de ellos es el conocido como VRS, un patógeno común que impacta especialmente en la población mayor

  • La neumóloga Olga Mediano nos indica qué síntomas deberían alertar a las personas mayores de 60 o con el sistema inmunológico debilitado

El termómetro empieza a descender y, por tanto, se acerca esa época del año en la que es más fácil contagiarse con un virus. El aire frío y seco de los meses de invierno y el tiempo que pasamos en lugares cerrados para contrarrestar las bajas temperaturas crean las condiciones idóneas para su propagación.

Uno de esos virus de incidencia estacional es el virus respiratorio sincitial, conocido como VRS, un patógeno común que impacta especialmente en la población mayor y es responsable de un elevado número de hospitalizaciones. Es en invierno cuando alcanza su máxima actividad, coincidiendo con la temporada de gripe. Olga Mediano, neumóloga del Hospital Universitario de Guadalajara, nos detalla en el siguiente vídeo las características de este virus que ataca a las células que recubren los pulmones y las vías respiratorias, cómo podemos diferenciarlo de un resfriado común y qué síntomas deberían alertar a las personas mayores de 60 o con el sistema inmunológico debilitado para evitar complicaciones más graves.

Todo ello queda resumido de una manera gráfica en este reel que podrás visualizar a través de nuestra cuenta de Instagram.

De la mano de la compañía biofarmacéutica GlaxoSmithKline (GSK) vamos a conocer algo más este virus y a resolver las dudas más frecuentes que desata. 

¿Qué sabemos del virus respiratorio sincitial?

Es un virus respiratorio común que se transmite principalmente por contacto directo y es altamente contagioso. Produce enfermedad respiratoria aguda, y en mayores puede agravar otras patologías ya presentes, como el asma, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) o la insuficiencia cardiaca. Puede además originar otras complicaciones, como una neumonía.  

¿Qué riesgo hay de transmisión?

Las personas infectadas suelen contagiar entre tres y ocho días, aunque los adultos mayores pueden tardar más en eliminar el virus. El contagio del VRS se produce a través del contacto con partículas de la nariz y la garganta de personas infectadas cuando tosen y estornudan.

¿A quién afecta?

Aunque los síntomas son similares a los de un resfriado común, los adultos mayores y pacientes con el sistema inmunitario comprometido presentan un riesgo mayor de sufrir complicaciones graves asociadas a la infección. Solo en adultos, en Europa se producen alrededor de tres millones de casos de infección al año.

¿Cómo detectar la infección por VRS?

En adultos sanos, una infección por VRS se manifiesta como un resfriado, con síntomas leves, o con un cuadro similar a la gripe u otros virus. Los síntomas suelen comenzar entre cuatro y seis días después de la infección en forma de congestión nasal, pérdida de apetito, tos, estornudos o fiebre. En los adultos vulnerables el VRS se puede complicar con una neumonía, agudización de patologías crónicas o complicaciones cardiovasculares.

¿Por qué es más frecuente en adultos mayores?

El sistema inmune sufre un deterioro gradual por el avance natural de los años, proceso que se conoce como “inmunosenescencia”. Esto implica una reducción de las células T que ayudan a proteger el cuerpo de las infecciones.

¿Cómo podemos prevenir el VRS?

Lo adecuado es consultar con el profesional médico. Se puede reducir el riesgo de contraerlo con un correcto lavado de manos, sobre todo antes de tocarse la nariz y la boca; evitando el contacto cercano con alguien contagiado; limpiando y desinfectando las superficies con frecuencia; y manteniendo distancia con personas que tosen o estornudan.

¿Cómo se diagnostica?

Los síntomas del VRS son inespecíficos, por lo que se necesitan pruebas para confirmar el diagnóstico. Ante la sospecha de contagio, el profesional médico utilizará la historia clínica, preguntará y, además de un examen físico, si la infección es grave realizará una prueba de laboratorio a partir de una muestra que verifique si hay presencia de virus. Según las posibles complicaciones, decidirá si son necesarias otras pruebas, como análisis de sangre y orina o radiografía de tórax.

¿Qué tratamiento tiene el VRS?

Actualmente, no existe ningún tratamiento específico disponible para el VRS en adultos. No obstante, el principal pilar terapéutico de la infección aguda es el tratamiento de los síntomas. Por ejemplo, los analgésicos contra la fiebre y el dolor. Si eres mayor de 60 años, acude a tu profesional sanitario y pregunta por el VRS.