Dice una máxima popular que los madrileños tienden la ropa antes del café y la recogen antes de comer. Es lo que tiene el secarral castellano. No pasa les pasa lo mismo a los vecinos de Palma de Mallorca, la ciudad más húmeda de España, que se pasan 116 días al año casi al 'punto de rocío'. La humedad, sin embargo, no afecta solo a la colada. También puede generar una serie de enfermedades respiratorias y provocar el deterioro de muebles e inmuebles. Todo eso además del consiguiente aumento en la sensación de frío.
Pues bien, un sencillo truco muy popular entre los británicos y que parece ganar cada vez más adeptos en España, es colocar un gran cuenco de sal junto a las ventanas. ¿Por qué? Por la condensación. Y sí, afecta también a las ciudades 'secas' como Madrid porque en realidad no hablamos de la humedad relativa del ambiente sino de la generada por la propia diferencia de temperatura entre el interior de las casas (particularmente por el uso de calefactores) y el exterior, lo que da como resultado que se condense el aire en los cristales de las ventanas produciendo humedades en las paredes y generando un descenso en la sensación térmica.
Pues bien, la solución, según publica el diario The Mirror está en el sencillo (y barato) truco de colocar sal junto a las ventanas. Andy Ellis, experto en hogar y jardín de Posh.co.uk, asegura en ese medio que “la acumulación constante de condensación en el hogar no es buena y, en algunos casos, puede provocar el crecimiento de moho, lo que puede ser peligroso para su familia. La sal tiene la capacidad de absorber naturalmente la humedad del aire y, esencialmente, lo seca de modo que, cuando entra en contacto con el vidrio, se forman menos gotas de condensación”.
¿Y cuánta sal debes poner? Según el experto “la cantidad que utilices variará según el tamaño de la ventana junto a la que la coloques. Por supuesto, en general, cuanto más grande sea la ventana, más sal necesitarás, aunque por lo general un recipiente pequeño debería ser suficiente". Sobre el tiempo necesario para que esta sal 'absorba' la humedad es algo de lo que te darás cuenta cuando la propia sal empieza a apelmazarse dentro del cuenco, que es cuando debes cambiarla. Para Ellis, el mismo recipiente debería durarte un par de días.
¿Lo mejor? Puedes darle un toque de horno a la sal o simplemente dejarla secar y volver a darle un uso normal. ¿Te animas a probarlo?