Dormir bien se ha convertido en uno de los grandes objetivos de la salud a nivel global.Tan importante es que circulan todo tipo de teorías sobre lo que se supone que es un buen descanso, pero no todas merecen el mismo crédito. ¿Cuántas horas? ¿Se puede compensar la falta de sueño? ¿Dormir mucho es garantía de bienestar? Desgranamos uno a uno los tres tópicos más populares sobre el sueño
Lo primero es aclarar los tiempos de descanso. "Dormir seis horas y hacer una o dos pequeñas siestas al día es totalmente normal. Es importante saberlo porque así evitaremos el uso de medicamentos", explica en La Vanguardia Eduard Estivill, médico neurofisiólogo, autor del célebre método del mismo nombre y fundador de varias Clínicas del Sueño en Madrid y Barcelona.
El doctor Estivill va más allá cuando alerta de que el consumo de medicamentos hipnóticos es muy frecuente entre los adultos mayores porque creen que tienen que dormir más de lo que realmente necesitan.
El otro problema adicional es la automedicación. Cuando queremos dejar de tener insomnio o mejorar nuestro sueño no acudimos a la ayuda profesional, sino que confiamos en la medicación de amigos y conocidos. "Cuando dos insomnes se encuentran, se preguntan que toman y empiezan a compartir fármacos", asegura este experto. El resultado es que algunas personas que descansan mal están sobremedicadas y esto también tiene consecuencias: "Se ha demostrado científicamente que un gran número de fracturas del cuello de húmero se produce en la gente mayor durante la noche". Como explica Estivill, los pacientes con problemas de próstata necesitan ir al baño y cuando se va con los efectos de un medicamento hipnótico, hay mucho más riesgo de caídas y fracturas.
Las horas de sueño son también origen de varios mitos relacionados con el descanso. Sin embargo, la cantidad de horas que debe dormir una persona va a depender exclusivamente de sus necesidades biológicas. Como explicábamos, la edad es un factor importante: si los mayores pueden tener suficiente con seis horas de sueño nocturno al día, un adolescente necesitará entre ocho y diez horas y un bebé, entre 11 y 18.
Por otra parte, un concepto del que no suele hablarse y es importante es la cantidad de descanso semanal. Para el doctor Vicente Mera, uno de los referentes en anti-envejecimiento, "El concepto de descanso debe ser semanal, no debe ser diario. Es un grave error medirlo al día". Frente a la idea de hace algunos años de que el sueño no funciona como una de resultados, con pérdidas y ganancias que se compensan, las últimas investigaciones apuntan a ese extremo. "Hay estudios cognitivos que demuestran que el sueño se puede recuperar en términos semanales. Si varios días a la semana se duerme mal, pero el fin de semana dormimos cada día 10 horas, lo recuperamos".
Pero quizá el mayor mito del sueño es ese que dice que dormir mucho siempre es bueno. Asociamos la buena salud con el sueño, aunque no siempre es así. "En una semana hay que dormir un mínimo de 40 horas y un máximo de 60; en principio, algo más de siete horas días. Más de 60 tampoco es bueno; indica que hay un problema", señala Vicente Mera.
Pasar mucho tiempo dormido es normal si estamos en una fase de convalecencia o compensando algún desfase horario. Sin embargo, cuando no es por ninguna de esas causas, un exceso de sueño puede indicar un trastorno físico o emocional. En este ámbito, dormir mucho puede ser indicio de una depresión, una enfermedad caracterizada por el aletargamiento de los pacientes.
En cuanto a enfermedades físicas, Michael Irwin, psiquiatra en ciencias de la conducta y profesor de la Escuela de Medicina de la Universidad de California, Los Ángeles (UCLA), afirma que dormir más de 9 horas diarias puede causar ciertas enfermedades. Algunas de ellas son: