Hacer pis es muy importante para que el cuerpo funcione de manera correctamente. La orina, está compuesta fundamentalmente por agua y por sustancias disueltas en la misma que deben ser eliminadas por el organismo. Estas sustancias son, principalmente, la urea, la creatinina, y el ácido úrico procedentes del metabolismo, y otras como las sales minerales (fosfato, potasio, sodio) que debemos ir eliminando para mantener el equilibrio del organismo.
La frecuencia urinaria es un tema que preocupa a mucha gente y no es raro tener la sensación de que se hace demasiada cantidad o se acude demasiadas veces al baño. “Ir mucho o poco al lavabo puede ser un problema, pero siempre hay que ponerlo en el contexto de cuánto orina uno cada vez”, expone Carlos Errando, jefe de la Unidad de Urología Funcional, Femenina y Urodinamia de la Fundación Puigvert. “Si uno va al baño muchas veces y hace mucha cantidad, es que bebe mucho. Si va muchas veces, pero hace poca cantidad, debe ir al urólogo”, señala el experto ante la duda.
Expertos aseguran que no hay una cantidad fija de orina diaria que deba expulsar una persona, pues todo dependerá del balance de líquidos entre lo que utiliza el organismo, y de la cantidad de agua que se beba al día. En el supuesto de que una persona beba mucho, también hará mucho pis. Si una persona está enferma con fiebre o gastroenteritis, orinará menos porque gran cantidad de agua se habrá perdido ya, por la piel, con el sudor, o por el vómito o las deposiciones. Lo mismo pasa cuando una persona hace deporte y suda, también disminuirá la cantidad de orina siempre que no reponga esos líquidos.
Teniendo esto en cuenta, la normalidad estaría entre un mínimo de tres o cuatro veces al día, y hasta un máximo de 7 u 8 veces. Los especialistas confirman que la orina debe ser transparente y amarillenta, de una intensidad de color de muy clara a más oscura o concentrada, en función de la cantidad que se orine. No debe contener restos de sangre, ni arenilla, ni ser muy maloliente, ya que son situaciones patológicas y se debe acudir al médico.
¿Te has fijado que en invierno vas más veces al baño? La doctora Blanca Madurga, especialista de la Unidad de Urología Funcional, Femenina y Urodinámica del Hospital Universitario Puerta del Mar, en España, nos tranquiliza asegurando que se trata de algo normal. "Cuando hace frío, nuestro cuerpo no está tan dilatado como en verano -algo muy fácil de comprobar si miramos nuestros pies, o nuestras manos-, y esa hinchazón se produce porque hay una retención de líquidos", explica Madurga. "En invierno, como estamos más contraídos, esa retención de líquidos es menor y por eso generamos más orina que cuando estamos en verano, donde además perdemos líquido a través del sudor de la piel", añade.
Esto se da lo meses de invierno, cuando nos exponemos a temperaturas bajas, y los expertos lo llaman diuresis del frío o diuresis inducida por el frío. Al disminuir la temperatura, los vasos sanguíneos del cuerpo se contraen para concentrar la mayor cantidad posible de flujo sanguíneo alrededor de nuestros órganos vitales. Al contraerse los vasos sanguíneos, la sangre, tiene menos espacio para circular, y por ende aumenta la presión sanguínea. “En ese momento es cuando entra en acción la diuresis: las células arteriales en los riñones perciben un aumento de la presión y le envían una señal a los riñones para que eliminen los líquidos que no son necesarios y regular así la presión arterial”, asegura la doctora.