Todos los expertos en longevidad insisten en el ejercicio físico como uno de los recursos imprescindibles para mantener la salud y ganar calidad de vida, especialmente cuando vamos cumpliendo años.
Aunque el ejercicio es bueno para la salud general, hay dos áreas en las que es especialmente beneficioso: los huesos y las articulaciones. Boticaria García es una de las principales divulgadoras sobre la interacción de la actividad física en el bienestar. En una entrevista en TVE ha explicado la manera que más conviene a los séniors.
Muchas personas relacionan la actividad física a los llamados ejercicios aeróbicos, como correr, nadar o andar en bicicleta. Estos ejercicios logran movilizar el sistema músculo-esquelético y liberar endorfinas, hormonas relacionadas con el bienestar.
Sin embargo, lo más importante es realizar ejercicios de fuerza. La pérdida de masa muscular, algo progesivo que se da al ir cumpliendo años, es la causa de que los mayores tengan menos energía y resistencia. En el caso de las mujeres, se añade un factor: la menopausia y la caída de estrógenos hace que en las mujeres este efecto sea más notorio. Por eso, cada vez más profesionales, como la ginecóloga y obstetra Marimer Pérez, recomiendan especialmente en el climaterio practicar la fuerza.
Al hacer este tipo de ejercicios, se logra la total conexión entre músculos, cerebro y otros órganos fundamentales en el organismo. Los ejercicios de fuerza siempre deben hacerse de manera gradual para evitar lesiones o síncopes. En ellos, la resistencia es el factor determinante, por lo que es determinante incorporar poco a poco el uso de pesas, gomas o el propio cuerpo.
La farmaceútica Marián García explica que el entrenamiento de fuerza hace que el miocito, la célula del músculo, se active y promueva la creación de osteocitos o células óseas, lo que ayuda a prevenir la osteoporosis.
El segundo beneficio del miocito está en la creación de mioquinas, péptidos y citoquinas con propiedades antiinflamatorias que se producen a través del ejercicio físico. Las mioquinas no solo fortalecen los músculos, sino que previenen las enfermedades cardiovasculares. También son un factor de prevención de la diabetes. Todo ello las convierten en un elemento interesante de longevidad.
Como explicamos, al ir cumpliendo años es recomendable que la actividad física cuente con supervisión médica para no poner en riesgo la salud. Una vez que los criterios estén claros, hay algunos ejercicios que pueden realizarse en casa. Lo importante es la constancia: según los expertos, es mejor practicar un poco cada día que realizar una única sesión intensa.
Entre las actividades más recomendadas, las sentadillas, que pueden realizarse solas o con pesas (siempre adaptadas a nuestra forma física); zancadas (en este caso, es nuestro propio cuerpo el que pone la resistencia) o ejercicios con gomas elásticas, una excelente manera de tonificar brazos y hombros.