Comer rico es uno de los atractivos de la Navidad. En torno a la mesa se realizan las grandes celebraciones familiares. No solo se come mucho, sino que se come mucho muchas veces y, en ocasiones, fuera del hogar. Casas de familiares o amigos, bares, restaurantes... Las fiestas son propicias para celebrar nuestra gastronomía y, al tiempo, dejar en segundo plano el cuidado dental, algo que puede pasarle factura a nuestra salud.
Ser cuidadosos en el cepillado dental, complementarlo con enjuagues de flúor y limitar el consumo de azúcar son hábitos que siguen siendo imprescindibles en Navidad. "Puesto que en estas fechas eliminar el azúcar de la dieta es complicado, debemos ser muy estrictos con la higiene bucodental. No podemos permitirnos saltarnos el cepillado después de cada ingesta, y es muy recomendable completar la limpieza con un enjuague de flúor para aumentar la protección", advierte la doctora Setefilla Hernández, especialista en ortodoncia y odontopediatría de Institutos Odontológicos.
El azúcar acumulado en los dientes es el entorno ideal para el streptococcus mutans, el microorganismo culpable de la caries. Al descomponer los carbohidratos, genera los ácidos que atacan la integridad del esmalte y provoca esta enfermedad, una de las enfermedades más comunes. Según revela el Barómetro de la Salud Bucodental en España realizado por Institutos Odontológicos, en 2024 la padecen ocho de cada diez adultos.
El azúcar y los dientes no se llevan bien: los dulces navideños son potenciales fuentes de caries. "Habría que limitar el consumo de turrones con mucho azúcar y con dureza elevada, que por su efecto pegajoso se adhieren más a los dientes", señala la doctora Hernández, pero también hay que moderar el consumo de bebidas alcohólicas, pues la mayor parte de ellas contiene elevadas cantidades de azúcar.
Además, el alcohol disminuye los niveles de PH de la boca a valores inferiores a 4,5, cuando lo recomendable es que estén entre 5,6 y 7,6 para mantener la protección natural frente a los ácidos de los alimentos y la acción bacteriana. También hay que tener en cuenta que las bebidas alcohólicas resecan la boca, y la saliva es un agente protector y limpiador natural.
La población con una salud bucodental más débil es la infantil. Durante las fiestas navideñas hay que tener especial cuidado con la higiene dental de los niños. Los dulces y las bebidas azucaradas afectan a la dentadura en desarrollo. La protección natural de los dientes de leche es menor que la de las piezas definitivas, lo que les hace más proclives a sufrir caries. Como explica Setefilla Hernández, en estas fechas hay que extremar la prevención, limitando el consumo de azúcares y cepillando los dientes con la dosis adecuada de pasta fluorada después de cada comida.
Para disfrutar de la Navidad sin que la sufran los dientes, los profesionales comparten las siguientes recomendaciones: