Es complicado ser capaz de tener a lo largo del día el tiempo suficiente para hacer todo lo que tenemos que hacer y también todo lo que queremos hacer, por lo que en ocasiones sacrificamos horas de sueño para conseguirlo. Esta no es la mejor de las ideas porque el sueño afecta tanto a nuestra salud física como a la mental.
No dormir bien o no hacerlo las suficientes horas implica mucho más que levantarnos cansados o incapaces de afrontar los retos que nos depara el día con energía, afecta a nuestra capacidad de concentración, pero además, el tiempo que pasamos dormidos es esencial para nosotros, porque la mente y el cuerpo se apagan, pero los órganos y los procesos internos trabajan arduamente.
Con el paso del tiempo, la cantidad de horas que necesitamos dormir varía en función de varios factores y uno de los más significativos es la edad; los niños necesitan más horas de sueño que las personas adultas. Además, también es importante la calidad del sueño o la falta de sueño previa, si existe una privación de sueño, pueden ser necesarias más horas. En el caso de los adultos, dormir menos de siete horas diarias se relaciona con una salud deficiente, porque dormir ocho horas puede tener grandes beneficios.
"La pérdida de sueño daña los niveles superiores de razonamiento, resolución de problemas y atención a los detalles", explica el Dr. Merrill Mitler, experto en sueño y neurocientífico del NIH (National Institutes of Health). "El dormir mantiene todos los aspectos del cuerpo de una forma u otra: el equilibrio energético y molecular, así como también la función intelectual, el estado de alerta y el humor".
Además, dormir bien favorece a casi todos los tejidos del cuerpo, afecta a las hormonas de crecimiento y del estrés, al apetito y la respiración, al sistema inmune y la salud cardiovascular, así como a la presión arterial. Dormir 8 horas hace que el corazón y los vasos sanguíneos puedan repararse y descansar, también que tengamos menos riesgo de resfriados y gripes porque el cuerpo tiene más defensas.
Esas ocho horas de suelo pueden contribuir a tener un peso saludable, porque ayuda a regular las hormonas del hambre, como la leptina y la grelina, lo que hace que no comamos en exceso ni tengamos antojos.
Así, parece evidente que dormir esas ocho horas y que el sueño sea reparador y profundo, es esencial para nuestro cuerpo y nuestra mente, por eso es tan importante tener buenas rutinas de sueño, intentando acostarnos y levantarnos siempre a las mismas horas, evitando aparatos electrónicos poco antes de irnos a dormir y teniendo la habitación en las condiciones adecuadas de luz y temperatura.
Por desgracia, no todo el mundo puede disfrutar de esas horas de sueño, lo que puede llegar a convertirse en un problema, sobre todo si comienza a afectar al desarrollo de su día a día. En esos casos, lo mejor siempre será ponerse en manos de profesionales para poder buscar la mejor de las soluciones.