Primero fueron tus padres los que te reñían o te recomendaban no comer tanto dulce para cuidar la salud de tus dientes y ahora eres tú el que va detrás de tus hijos o de tus nietos con lo mismo. Pero más allá del azúcar, los chicles o las chucherías, hay otro tipo de alimentos que tampoco son tan buenos amigos de nuestros dientes como pensamos y así lo ha demostrado un estudio elaborado por científicos de la Universidad de Búfalo en Estados Unidos.
Todo alimento que consumimos influye en las bacterias de nuestra boca. Según los científicos, hay un conjunto de bacterias conocidas como microbioma bucal que desempeñan un papel importante en nuestra salud, además de presentar relación con las caries y la enfermedad periodontal. Los investigadores del estudio, publicado en la revista Scientific Reports ha apuntado como ciertos alimentos afectan al microbioma.
En el trabajo evidencian que el consumo de alimentos azucarados o de alta carga glucémica pueden influir en una mala salud bucal, entre los que destacan los productos y dulces de panadería, los refrescos o incluso los yogures desnatados. No obstante, no solo analizaron alimentos con azúcar y sacarosa, también los carbohidratos y cómo afectan a las bacterias de la boca.
"Las bacterias orales implicadas en la enfermedad periodontal residen principalmente en la placa subgingival. Observar las medidas de las bacterias salivales podría no decirnos cómo se relacionan las bacterias orales con la enfermedad periodontal porque no estamos buscando en el entorno correcto dentro de la boca", explicó Amy Millen, primera autora de la investigación.
La investigación destacó que había asociación entre los carbohidratos, la carga glucémica y la sacarosa, y la bacteria streptococcus mutans, que contribuye a la caries dental y a algunos tipos de enfermedades cardiovasculares. Por su lado, detectaron que la gingivitis, enfermedad común en las encías, está relacionada con el consumo de azúcar.
"Examinamos estas bacterias en relación con el consumo habitual de hidratos de carbono en mujeres posmenopáusicas en una amplia variedad de tipos de hidratos de carbono: consumo total de hidratos de carbono, consumo de fibra, consumo de disacáridos y consumo de azúcares simples. Ningún otro estudio había examinado las bacterias orales en relación con una gama tan amplia de tipos de carbohidratos en una cohorte. También examinamos las asociaciones con la carga glucémica, que no está bien estudiada en relación con el microbioma oral", relata Millen.
Sin embargo, la investigación sigue abriendo nuevas vías de estudio y plantea nuevas preguntas. "A medida que se realicen más estudios en los que se analice el microbioma oral mediante técnicas de secuenciación similares y la progresión o el desarrollo de la enfermedad periodontal a lo largo del tiempo, podríamos empezar a hacer mejores inferencias sobre cómo se relaciona la dieta con el microbioma oral y la enfermedad periodontal", concluye la experta.