Con la vuelta del fútbol a nuestras pantallas y el final del estado de alarma vuelve también la publicidad de las casas de apuestas. Resurge de nuevo el caldo de cultivo ideal para aquellos adolescentes que tenían una adicción a las apuestas y al juego online y que, durante la cuarentena, lo tuvieron que parar por obligación, al no haber competición, o por sentirse observados por sus padres.
Tanto en los casos de juegos online como de otras drogas, la edad de comienzo es preocupante: según el Informe Perfil del Jugador Online, más de un tercio de los españoles se inicia en el juego sin haber cumplido los 18 años y un estudio de la Universidad Miguel Hernández concluyó que 1 de cada 4 jóvenes entre 13 y 17 años ha participado en alguna ocasión en apuestas online, máquinas tragaperras y otros juegos. Para el tabaco o el alcohol, la edad media de comienzo son los 14 años, mientras que para otras sustancias más duras como el cannabis, la cocaína o el éxtasis la edad de comienzo ronda los 15 años.
Ansiedad, vómitos, irascibilidad o taquicardias repentinas... Si has notado a tu hijo adolescente con algunos de estos síntomas durante el confinamiento, ojo avizor: podría ser adicto al juego online o a alguna sustancia estupefaciente. Su consumo, además, podría verse agravado con la vuelta a la "nueva normalidad".
"Lo normal es que se hayan buscado las vueltas para conseguir su 'dosis'. Quien no haya tenido esa opción por imposibilidad volverá con más ganas. Muchas sobredosis se producen por estas vueltas al consumo tras unos periodos forzados de abstinencia", explica María Quevedo, directora de Tratamiento y Psicóloga Sanitaria en la Fundación Recal.
Podría pensarse, de manera ingenua, que aquellas personas adictas, al estar encerradas en casa durante la cuarentena, podrían haber encontrado un alivio momentáneo al no poder acceder a sus sustancias, un parón, una reflexión que les hubiera hecho dejar su adicción, pero nada más lejos de la realidad.
"La adicción no se suspende. Solo se interrumpe el consumo. Con el confinamiento muchas personas se han visto sobrepasadas por la abstinencia y con cuadros muy complicados", explica Quevedo.
Una muestra de que esto es así se puede ver en los casos de violencia familiar durante el confinamiento. "Hay evidencias de que la violencia de género e intrafamiliar se han visto muy incrementados y puede ser debido a esto. Si no existe voluntad de recuperación se vuelve al consumo con más ansia porque la persona que tiene una adicción es capaz de hacer lo que sea por conseguir una dosis. En general, solo el consumo logra calmar la abstinencia".
Una vez que ha finalizado el confinamiento es posible que estos adolescentes hayan vuelto a las andadas de fumarse 'el canuto' con sus amigos o a las apuestas y el juego online a través del teléfono móvil. Sin la vigilancia permanente de casa, no hay impedimento para retomar las viejas costumbres.
No obstante, ahora que los padres ya han podido percatarse de que algo no va bien, puede ser el momento para tomar cartas en el asunto y comenzar una terapia antes de que la adicción vaya a más. Lo primero es distinguir entre una adicción puntual o una personalidad adictiva.
"En general nos encontramos con personalidades adictivas, cuya enfermedad, en ese caso, es incurable y progresiva. Si vuelve a tomar contacto con la sustancia, llámese cocaína o apuestas, es posible vuelva tener compulsión por ella", explica Quevedo.
Con los casos de los adictos a juegos y apuestas online "el tratamiento es igual", dice. "Ellos necesitan tapar un agujero, una carencia y cada uno lo rellena con lo que puede o tiene a mano, con lo que se llama 'la sustancia de elección'. Cuando el comportamiento adictivo se quita, la persona que es adicta pone su foco en otra cosa. Por ejemplo, se puede quitar el alcohol pero le sale una adicción con la comida, o a las compras".
Los adolescentes, además, tienen poca motivación para acudir a tratamiento, por lo que la primera fase del tratamiento sería motivarlo para iniciarlo. La psicóloga Amaia García Sagargazu explica que, hoy por hoy, uno de los pasos más importantes a la hora de un tratamiento con adolescentes es tener una buena evaluación del juego patológico.
"Existen una serie de cuestionarios y medidas que nos ayudan a conocer de forma precoz el problema de la adicción al juego, aunque tiene el inconveniente de que no son muchos a día de hoy en cuanto a jóvenes. Por otra parte, es necesario un tratamiento, y se puede llevar a cabo por múltiples terapias, aunque el más
importante y que engloba a muchas de ellas es el Programa Multimodales con niños y adolescentes", explica en 'El juego patológico en los adolescentes'.
Sin embargo, lo más importante es dar el primer paso para querer cambiar, y ahí es necesario que el entorno familiar sea el principal apoyo del adolescente y su fuente de motivación para ver la luz en este trastorno que, cada vez, afecta a más jóvenes en nuestro país.