Hace cosa de un mes ya te avisábamos de que el ministerio de Sanidad se planteaba una actualización de la ley antitabaco tras varias medidas que se han implantado debido a la pandemia provocada por la covid-19, donde en varias regiones de España no se permite fumar en las terrazas, y en todo el país está prohibido encender el cigarro al aire libre si no se respeta la distancia de seguridad de dos metros entre individuos. Varias entidades médicas y científicas lanzaron propuestas y recomendaciones a Sanidad para la creación del borrador inicial. Ahora ya se conocen algunos de los detalles que planean desde el Gobierno para ampliar los espacios sin humo, entre los que se incluirán los coches.
Pero claro, hasta el momento parecía que fumar mientras se conduce no estaba permitido, algo que depende de las circunstancias. Fumar en el coche no es un delito, pero según lo que dice la Dirección General de Tráfico (DGT), si un agente considera que puede suponer una distracción para el conductor sí que puede ser motivo de sanción. Esto se debe a que solo encenderlo equivale a unos cuatro segundos en los que la atención sobre la carretera se ve reducida, un gran peligro en especial cuando se circula a velocidades elevadas. Por ello, los agentes pueden multar con 100 euros si así lo consideran.
Además, la sanción más importante llega cuando toca apagar el cigarro. ¿Lo que suele ocurrir? Que se tira la colilla por la ventanilla del coche, un delito que equivale a 200 euros de multa y a la retirada de cuatro puntos del carné de conducir. Entonces, ¿cuáles son los planes de Sanidad?
En su 'Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo 2021-2025', que ha sido enviado a las sociedades médicas y científicas y a las comunidades autónomas para que presenten sus aportaciones antes del día 15, esperan que para antes de 2023 se incrementen los espacios sin humo, en especial en exteriores.
Una de las medidas tiene que ver con los coches, donde en su interior, aunque sean vehículos particulares, no se podrá encender el cigarrillo. No obstante, la DGT lleva tiempo detrás de esta medida, aunque la motivación de Tráfico y la Sanidad no es la misma. Los primeros no quieren que se fume al volante para terminar con esa distracción que puede provocar un accidente, mientras que por parte de Sanidad las restricciones las hacen por motivos de salud, el tabaquismo provoca unas 60.000 muertes al año en nuestro país.
En todo caso, el coche no será el único espacio donde se acaben los cigarros, también quedarían prohibidos en las terrazas de los bares y restaurantes o incluso en las playas, donde también se reduciría la concentración de residuos que producen las colillas. No obstante, a ello habría que sumar otros espacios públicos abiertos, como un perímetro de seguridad mínimo de 10 metros en accesos a centros hospitalarios y educativos, en paradas de autobuses o en zonas deportivas.
En el plan que prepara el Gobierno no solo vienen las prohibiciones, también su publicidad y una mayor regulación de la venta y el consumo de productos relacionados con el tabaco. Volviendo a la publicidad, se pretende implantar un empaquetamiento genérico en las cajetillas de tabaco para eliminar el atractivo de las marcas y que ayude a reducir el consumo. Entre las medidas también se quiere revisar la fiscalidad para lograr un incremento. Con todo ello, esperan alcanzar la meta de reducir al 30% el consumo de tabaco para el año 2025.