Cómo afrontar la primera visita al urólogo: ¿cuándo debes ir y por qué?

  • Los urólogos tratan todas las enfermedades relacionadas con la próstata y se encargan de distintas patologías relacionadas con el aparato urinario

  • Aunque no hay una edad mínima para empezar a ir a este especialista, se recomienda que, como muy tarde, la primera visita se realice entre los 40 y los 50 años

  • Hace revisiones periódicas es imprescindible para tener la próstata vigilada y prevenir la aparición de patologías graves

A diferencia de las mujeres, que suelen tener las visitas al ginecólogo bien integradas en su rutina médica, los hombres no suelen tener claro cuándo deben comenzar a ir al urólogo. A pesar de la importancia de hacer revisiones periódicas para detectar posibles problemas de salud cuanto antes, sobre todo llegados a ciertas edades, para muchos hombres la palabra urólogo es tabú y, de hecho, hay algunos que pueden pasarse buena parte de su vida sin hacerle ni una sola visita, ya sea por miedo o por vergüenza.

Atrasar estas visitas, sin embargo, es un grave error, ya que el diagnóstico precoz es clave para tratar el cáncer de próstata, el más común entre los hombres y el tercero con mayor tasa de mortalidad. Además, una vez superada la barrera de los 50 años, las patologías relacionadas con la próstata suelen aparecer con mayor frecuencia, con todas las molestias que esto conlleva.

¿Cuándo se debe hacer la primera visita al urólogo?

En realidad, no hay una edad mínima a partir de la cual se debería ir al urólogo. Si bien es cierto que los problemas de próstata suelen ser más comunes a partir de cierta edad, los jóvenes también son susceptibles de sufrir este tipo de patologías, por lo que siempre que un hombre tenga la sospecha de que puede padecer problemas de disfunción eréctil o al orinar, deberá concertar una cita cuanto antes.

Los urólogos, pese a que a nivel público parecen estar relacionados solo con patologías sexuales, como puede ser la impotencia o la eyaculación precoz, tratan todas las enfermedades relacionadas con la próstata y se ocupan de distintas patologías relacionadas con el aparato urinario, como las pérdidas o infecciones de orina. Además, también son los encargados de detectar tumores en la próstata, los testículos y la vejiga, por lo que es importante que no se ignoren los síntomas o dolencias.

En caso de que no se tenga ningún tipo de problema, no obstante, los expertos recomiendan que se vaya al urólogo, como muy tarde, al alcanzar una edad comprendida entre los 40 y los 50 años, ya que en esta edad se empiezan a desarrollar algunas patologías relacionadas con el envejecimiento. Eso sí: si se tienen antecedentes familiares con patologías relacionadas con la urología, lo mejor será acudir cuanto antes y realizar revisiones periódicas para poder detectar un posible problema cuanto antes. La detección precoz es clave para superar algunas enfermedades, como el cáncer de próstata, cuya tasa de supervivencia aumenta hasta casi un 100% a cinco y diez años si se identifica a tiempo y se trata rápidamente.

¿Cómo será la primera visita al urólogo?

Las visitas al urólogo son tan importantes y necesarias como las consultas con cualquier otro especialista. Por eso, es importante que los pacientes venzan sus miedos y vergüenzas y la entiendan como lo que realmente es: un paso necesario para cuidar de nuestra salud.

Durante la primera visita al urólogo, el especialista le realizará al paciente una pequeña entrevista para conocer su historial clínico previo y le hará preguntas relacionadas con su estilo de vida para saber cómo son sus hábitos sexuales y urinarios. Tras esto, llevará a cabo un tracto rectal para determinar si hay algún problema o no.

Para completar el diagnóstico, lo normal es que realice también una exploración física del pene y los testículos y una ecografía urológica, así como un análisis de sangre y un análisis de orina.

Aunque en esta primera visita no se detecte ninguna enfermedad, es importante que los varones sigan acudiendo al urólogo para realizar revisiones periódicas que les permitan mantener su próstata vigilada. Para prevenir la aparición de patologías graves, lo recomendable es ir, al menos, una vez al año, así que ya sabes: pierde la vergüenza y llama concreta una cita con tu urólogo.