Llevamos casi dos meses en el 'nuevo verano' y es muy probable que, por unas y otras razones, esta temporada no vayas de vacaciones. Es tiempo de proximidad, de estar con los tuyos y seguir cuidando. Si el confinamiento y la pandemia han sido difíciles de digerir para nosotros, la cosa se complica para aquellos que cuentan con algún tipo de deterioro cognitivo, como el caso de las personas con Alzheimer. Con el fin de acompañarles sirviendo de ayuda, un grupo de especialistas ha propuesto un decálogo de cuidados adaptado a estos tiempos.
Los expertos de Fundación ACE - Barcelona Alzheimer Treatment & Research Center recomiendan mantener en la medida de lo posible las rutinas y los hábitos. Tratándose del verano, una época en la que las rutinas cambian, es importante tener un plan claro para que las personas con Alzheimer tengan un horizonte más o menos claro sobre lo que tienen que hacer. Además, hay que tener en cuenta que las rutinas ya han cambiado debido a la pandemia
Siempre que la experiencia sea buena, los expertos señalan que es preferible visitar entornos conocidos. Aquí es importante explicar: es posible que el recuerdo que tenga una persona afectada sobre un pueblo o un barrio sea distinto de lo que es hoy en día. Hay que intentar hacer entender que las cosas han cambiado. Los ambientes deben ser lo más relajados posible, sin sobresaltos ni situaciones propicias para el peligro o la desorientación. En caso de que haya niños, debemos explicárselo también a ellos de manera clara y serena, para que intenten limitar los ruidos de los juegos, muchas veces no comprendidos por las personas que sufren esta enfermedad.
Mucha información puede producirle ansiedad. Por tanto, en caso de que no sea imprescindible, siempre será preferible recordar la planificación del día poco a poco: donde y con quién comerá, a quién verá, dónde irá. Evitar los temas de confirmación que puedan alterar o excitar excesivamente también será una premisa que habrá que tener muy en cuenta. Y en caso de que vayamos a cambiar mucho la ubicación en un día, debemos priorizar que la persona con la que tratamos se sienta relajada.
Según la capacidad de cada uno, los expertos recomiendan hacerlos partícipes de tareas cotidianas. Cosas tan sencillas como poner las servilletas o el mantel pueden hacerles sentirse útiles en el hogar. Por descontado, en caso de que no hagan bien alguna de estas tareas, debemos evitar reñirles.
No es necesario limitar los grupos. La persona que sufre Alzheimer también puede participar en las actividades habituales de la familia. Sin entrar en conflicto sobre la forma de vestir, debemos intentar (con mano izquierda) que se vistan de forma adaptada al entorno en el que vamos a pasar el día. Ir a la peluquería, al barbero, siempre es recomendable.
Muchos estímulos pueden crearles ansiedad. En caso de que comience a manifestarse (en forma de mal humor o ganas de marcharse), una forma efectiva de frenarla es cambiarlos del lugar en el que estaban. Sin salir del espacio en el que se encontraban (el comedor, por ejemplo), con que se sienten en otro lugar puede bastar.
El síntoma más común del Alzheimer es no recordar a personas que forman parte del entorno más cerrado pero que no ve muy a menudo. No debemos evidenciar este hecho. No insistas en el 'ya lo conoces': con que le digas quién es una vez, como algo normal, es suficiente para calmar la ansiedad que puede generar esta situación.
Muchas veces, las personas con Alzheimer no detectan sensaciones de sed o hambre. Por ello debemos vigilar que estén hidratados y coman correctamente. Nada de alcohol, en tanto que podrían tener efectos contraproducentes al tomar cierto tipo de medicaciones, como antipsicóticos o antidepresivos.
Mantener este tipo de actividades dentro de una rutina es muy recomendable según los expertos. Leer, jugar a juegos sencillos, pintar, bailar (según las condiciones en las que se encuentre)... Tener unos horarios fijos es muy importante. En espacios abiertos, como la playa, han de estar acompañados en todo momento. Cotidianidades como esperar fuera de una tienda bastan para que exista riesgo de desorientación.