Las mascarillas, además de en el transporte público, en cualquier otro espacio público cerrado e incluso en la calle si no se puede garantizar la distancia de seguridad de dos metros, guardando algunas excepciones. Lo ha anunciado el Gobierno en un paso más hacia la normalización del uso de esta prenda que cada vez parece más claro que ha venido para quedarse mucho tiempo. En estas semanas seguro que te habrás preguntado cuánto tiempo puedes seguir usando la misma mascarilla o si puedes lavarla para volver a bajar con ella a la calle. Te explicamos qué mascarillas sí son reutilizables (y, por favor, si no las reutilizas nos las tires al suelo), cómo higienizarlas y cuáles debes tirar si no las reutilizas nos las tires al sueloen cuanto te la quites porque pierden todas sus propiedades.
Existen dos tipos homologadas y reutilizables. Hablamos por un lado de la mascarilla con filtro de partículas. En este caso una vez que nos la quitamos debemos limpiarla siguiendo las recomendaciones del fabricante. Sin embargo, debemos tener especial cuidado. La mascarilla si puede lavarse pero no los filtros, ya que estos se deteriorarían.
El otro tipo que sí admite limpieza y reutilización es la mascarilla autofiltrante. Pero no todas. Deben estar marcadas con la letra ‘R’. En este caso ocurre como en el anterior. Solo se limpia y se desinfecta el ajuste a la cara pero no el material filtrante en sí mismo ya que al humedecerlo perdería sus propiedades.
Según la Universidad de Standford existen dos métodos caseros para desinfectar las mascarillas N95 o FFP2 (además de otros que solo se pueden llevar a cabo en laboratorios). Por un lado se puede meter la mascarilla en el horno a 70 grados durante 30 minutos (ya que a partir de los 56 grados el virus se inactiva). O bien calentarla al vapor sobre agua hirviendo durante 10. Aunque los expertos advierten que tras este proceso la mascarilla puede que no se ajuste como antes.
El Gobierno español también da una serie de recomendaciones para limpiar las mascarillas higiénicas reutilizables. En la guía, presentada por el Ministerio de Sanidad, Illa propone tres métodos. El primero es lavar y desinfectar las mascarillas con detergente normal y agua entre 60 y 90º (ciclo normal de lavadora). Por otro lado, sumergir las mascarillas en una disolución de lejía 1:50 (20 ml de lejía, 980 ml de agua) con agua tibia durante 30 minutos y lavar, posteriormente, con agua y jabón. Por último, recoge la utilización de cualquiera de los productos virucidas autorizados por el Ministerio de Sanidad para uso ambiental y tras ello, el lavado de la mascarilla con agua y jabón para eliminar cualquier resto químico.
La compañía 3M, una de las mayores productoras de mascarillas a nivel mundial ha realizado un informe sobre la esterilización de mascarillas debido a la crisis actual. En él asegura que para que una desinfección se considere exitosa tras la limpieza no se debe haber dañado la filtración, tampoco el ajuste, debe mantener su efectividad al 100% y debe seguir siendo igual de segura para el que la emplee. Y lamentan que "ningún método estudiado ha cumplido los cuatro criterios". Hay personas además que tienen circunstancias especiales como llevar gafas o tener barba que llevan a que sea especialmente difícil portar la mascarillas durante mucho tiempo.
El resto de mascarillas se trata de modelos desechables que nunca se deberían volver a reutilizar. En el caso de las quirúrgicas (las que están repartiendo en el trasporte público) se deberían cambiar cada vez que se humedecen.
El Ministerio de Industria ha publicado varias especificaciones de la Asociación Española de Normalización dentro de las que se encuentran que su duración máxima en condiciones óptimas en de cuatro horas. Desde la OMS recomiendan que antes de proceder a ponerse una mascarilla se laven bien las manos, con agua y jabón o con un desinfectante, y para colocarla hacerlo siempre desde los elásticos sin rozar la parte de tela. Lo mismo ocurre cuando nos la quitamos. Debemos hacerlo siempre sujetando los elásticos y sacarla hacia delante, asegurándonos siempre de que está alejada de la cara y ropa en todo momento. Después, desecharla dentro de una bolsa de plástico cerrada.