Brote, rebrote, epidemia, mutación, cepa, variante... La pandemia provocada por el virus SARS-CoV-2 ha dejado un mar de términos médicos con los que no estábamos familiarizados el año pasado. A medida que surgen nuevas informaciones, aparecen al mismo tiempo nuevos tecnicismos que dificultan el debate. Con ello, entender la actualidad de la COVID-19 y el impacto real de los nuevos descubrimientos se hace cada día más complicado para cualquier persona fuera del ámbito médico. ¿Sabes cuál es la diferencia entre una cepa, una variante y una mutación? Te lo explicamos de la mano de una experta.
La inmunóloga María Montoya, del Centro de Investigaciones Biológicas (CIB) Margarita Salas, asociado al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), atiende a Uppers por escrito para despejar las dudas que han surgido acerca de estos términos específicos.
"Una cepa viral es un tipo de virus con una organización de genes particulares dentro de la familia de esos virus", explica Montoya. "Dentro de la familia de virus de gripe, una cepa viral es la H1N1 o la H5N1". Cuando los investigadores hablan de cepas, se refieren a microorganismos que se encuentran dentro del virus 'madre' y se diferencian en el genoma.
Dentro de las cepas pueden encontrarse variantes. El término se refiere a los virus que cuentan con una serie de mutaciones que la diferencian de la cepa madre. La diferencia entre una cepa y una variante es que la mutación de la segunda todavía no se ha dado de forma contundente y continúa inestable. "Cuando una variante acumula suficientes mutaciones y se estabiliza, se denomina cepa", explica la inmunóloga.
¿Y qué pasa con las mutaciones? "Son cambios individuales en la secuencia genómica del virus", expone Montoya. Se producen debido a "errores aleatorios en la duplicación de su material genético". Pueden ser tanto positivas (por ejemplo, una mayor transmisión) como negativas (menor transmisión) para el virus. Las mutaciones son las responsables de que las variantes, al acumular una serie de cambios en su secuencia genómica, pasen a considerarse cepas.
La preocupación entre la comunidad científica ha crecido ante las nuevas variantes descubiertas en los últimos meses. Es especialmente inquietante la del Reino Unido, a la que se le atribuyen 23 mutaciones, según Montoya. Hace unos días, el presidente del prestigioso Instituto Robert Koch (RKI), Lothar Wieler, declaró que la situación pandémica y las mutaciones "dista de estar bajo control".
"Estamos particularmente preocupados por la rápida propagación de la variante del Reino Unido, que también se conoce como B.1.1.7", dijo Wieler. Aseguró, al mismo tiempo, que la variante inglesa es más contagiosa que sus predecesoras. Sus palabras no invitan a la esperanza. "Los hallazgos iniciales también muestran que puede causar una enfermedad mucho más grave", afirmó.
Sin embargo, Pfizer y BioNtech, los responsables de la primera vacuna aprobada para Europa por parte de la Agencia Europea del Medicamento (EMA, por sus siglas en inglés), confirmaron ayer que las dosis desarrolladas son efectivas contra la variante inglesa y sudafricana, en base a los resultados de un estudio desarrollado por Pfizer y la University of Texas Medical Branch (Estados Unidos). En un comunicado recogido por Europa Press, los responsables de las dosis dijeron estar listos para "responder si una variante del SARS-CoV-2 demuestra que escapa a la inmunidad de la vacuna COVID-19".