En muchas ocasiones somos los propios pacientes los que nos marcamos unas contraindicaciones ante nuestras patologías sin consultar antes al médico porque creemos que algo puede ser perjudicial para nosotros. Pero ante la duda, una pregunta al especialista nunca está de más, y eso es algo que le suele ocurrir a las personas con problemas de presión arterial. Por lo general, para que la tensión no suba demasiado se cree que el deporte no está indicado, y esa idea no es más que un error, pues desde 1989 la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda como medida no farmacología el ejercicio físico para disminuir los valores de tensión arterial.
La Fundación Española del Corazón reconoce que el ejercicio físico trae más de un beneficio a aquellas personas que necesitan un control en su presión arterial, ya que el deporte les hará tener una mejor forma física y, por tanto un mantenimiento del peso corporal ideal, evitando la obesidad, un factor de riesgo para muchas enfermedades del corazón. Además, también exponen que permite un mejor funcionamiento del corazón, así como la prevención de episodios de ansiedad y de estrés. Con ello, no solo se consigue controlar la tensión arterial, sino que también el exceso de colesterol o de glucosa que puede ser perjudicial.
Pero como comentábamos al principio, una consulta al especialista antes de tomar alguna decisión nunca está de más. De esta manera, el médico valora previamente tu nivel de tensión arterial para ver qué tipo de deporte puede serte de más utilidad y si con ello se debe restringir la sal o tomar alguna medicación para evitar que la presión arterial suba más de la cuenta. Así que si estás dispuesto, junto con otros hábitos, el deporte puede ser tu gran compañero para el control de tu tensión arterial.
Pero no todo el deporte vale para tu presión arterial, no se deben hacer ejercicios con una intensidad máxima, sino moderada, sin llegar al tope de tus fuerzas ni de tu frecuencia cardíaca. Por ello, los ejercicios aeróbicos son los más recomendados para todo aquel que sufra hipertensión o que quiera controlar su presión arterial.
La Fundación Española del Corazón recomienda hacer ejercicio unas tres o cinco veces por semana durante 30 o 60 minutos cada día, un hábito que puede hacer que los valores de presión arterial se sitúen en cifras normales en aquellas personas que tengan problemas, siempre y cuando los ejercicios se realicen de forma correcta.
La natación es uno de los deportes que se recomiendan, que más allá de la presión arterial, puede ser beneficiosa para las articulaciones. Pero como en todo, hay que saber nadar bien para que un deporte que puede aportar tanto a tu salud no se convierta en una práctica peligrosa. Si lo haces en piscina, aprovecha los consejos de los monitores para mejorar la técnica y poder alternar varios estilos para un trabajo más completo.
Entre las actividades que destacan está caminar, una práctica que cualquier persona, tenga la edad que tenga, puede realizar y puede practicar en compañía. Lo bueno de caminar es que produce un menor impacto que otros deportes más activos, eso sí, siempre se debe hacer con unas zapatillas deportivas para una buena pisada y a un ritmo moderado, sin dar un paseo tranquilo pero tampoco sin llegar a trotar. Y antes de lanzarte a hacerlo en cualquier sitio, consulta con tu especialista, ya que el senderismo de montaña, por la altitud, puede estar desaconsejado dependiendo de la gravedad de los niveles de tensión.
Correr también está recomendado en muchos casos, aunque debes tener en cuenta que tiene un mayor impacto en huesos y articulaciones que caminar. En pacientes con problemas de presión arterial no hace falta que se sea un runner profesional, hablamos de un ejercicio moderado, por lo que un trote ligero es más que suficiente. Consulta primero con el especialista, pues este deporte puede estar contraindicado con alguna medicación que pueda alterar más de la cuenta la frecuencia cardíaca.
Y un último deporte, el ciclismo, pero nada de competir. Según la Fundación Española del Corazón, montar en bicicleta de forma regular permite controlar factores de riesgo en enfermedades cardiovasculares, además de su bajo impacto en las articulaciones. El ciclismo se puede tomar como deporte, marcando cada día una ruta, o incluso con un simple paseo por el parque. En vez de ir caminando, lo das en bici, o si prefieres quedarte en casa, la bicicleta estática es otra buena opción para días de lluvia que te impiden salir a hacer tu hora de deporte diaria.