Cada cierto tiempo ocurre algo. Una nave industrial, un hogar, un edificio de oficinas... Los incendios son una realidad que está ahí. Basta con echar un ojo a los datos: el 'Estudio Víctimas de Incendios en España 2019' de la Fundación MAPFRE y la Asociación Profesional de Técnicos de Bomberos señaló que el año pasado hubo 165 víctimas mortales en España a causa del fuego, de las cuales 125 tuvieron lugar en el hogar. Se trata además de un problema que se ceba con los 'séniors': del total de víctimas, casi la mitad (un 49,1 %) tenía más de 65 años. ¿Sabrías actuar en caso de fuego en casa? Te damos algunas claves que quizá deberías tener en cuenta.
Protección Civil tiene un decálogo de normas a seguir en caso de descubrir un incendio o explosión en casa. Se trata de consejos relativamente sencillos (no es fácil mantener la calma en una situación de estrés como esta) que debemos seguir para actuar con seguridad.
Mantén la calma
Intenta estar tranquilo. Mantén la calma, no grites ni alarmes a los vecinos. Para ellos, que no conocen la situación, salir del edificio podría ser peligroso. Debes contenerte e intentar ver el alcance del fuego. Llama siempre al 112, en cualquier caso.
Evalúa el riesgo
No es lo mismo un conato de incendio (fuego incipiente, una proyección de incendio) que un incendio propiamente dicho. Comunícalo a los responsables del edificio y da los siguientes datos: identificación personal, lugar exacto del incendio, material implicado y magnitud. Asegúrate que la persona con la que hablas se queda exactamente con todo lo que le dices.
Si es fuego incipiente, intenta solventarlo
Como hemos comentado, no es lo mismo un principio de incendio que un incendio. Si se trata de un conato, debes intentar apagarlo con aquello que tengas cerca. Una manta, un extintor, un cubo de agua. Es importante que te sitúes bien: entre la puerta y el fuego, evitando así que te rodeen las llamas y te impidan salir si se complica. Si estás solo, minimiza los riesgos.
Extintor
Debes utilizarlo. Pero no todos son apropiados para todos los fuegos. Existe una hoja en el propio aparato donde hay una tabla orientativa que deberás tener en cuenta. Si no lo tienes, hazte con algo de material de primera intervención, aunque se encuentre en otras zonas del edificio
Origen eléctrico: corta la luz
Debes intentar averiguar de dónde ha salido el fuego. Si se trata de un fallo eléctrico, es crucial cortar la corriente de luz antes de utilizar cualquier extintor.
Todo cerrado
En contra de la creencia popular, abrir las ventanas y puertas no es bueno en estos casos. Más bien todo lo contrario: el viento del exterior podría alimentar las llamas y pasar de conato de incendio a incendio. Cierra todo pero asegura la salida en caso de complicaciones, tapa nariz y boca. Ojo, siempre que se trate de un fuego incipiente.
Aleja lo inflamable
Todo aquello susceptible de ser inflamable es un peligro potencial para el fuego. Desodorantes, combustible, estufas... Quítalo todo, aléjalo de las llamas y ponlo en un lugar seguro.
Si se descontrola, vete
Todas estas recomendaciones son aplicables a un conato de incendio. Si ves que la situación se descontrola, debes abandonar la zona de peligro inmediatamente. Intenta coger las llaves, deja todo cerrado y sal de la zona de peligro. Cuando vengan los bomberos has de identificarte, dar las llaves de la casa, informar del origen y la evolución del fuego y alertar acerca de posibles materiales combustibles.
Como hemos comentado, estas pautas deben tenerse en cuenta cuando podemos controlar la situación por nosotros mismos antes de que ocurra algo más grave. Si el fuego se escapa de nuestra capacidad de controlarlo, debemos abandonar el edificio rápidamente.
No corras
Sal lo más tranquilo que puedas. Deja objetos voluminosos que podrían obstaculizar la salida y no mires hacia atrás. Suena a película pero es una recomendación real: volver a por algo que te hayas dejado es muy peligroso, ya que en un incendio la situación puede descontrolarse en cuestión de segundos o minutos.
No uses el ascensor
Baja siempre por las escaleras, por las salidas de emergencia. Bajo ningún concepto utilices el ascensor. Si se corta la corriente eléctrica te quedarás encerrado y no podrás evacuar el edificio. Al descender por las escaleras, hazlo siempre pegado a la pared.
Si hay humo en las escaleras, busca otra salida
Es posible que el humo haya llegado a las escaleras. En estos casos lo mejor es que no las crucemos ya que la visibilidad es reducida y no sabemos si puede haber fuego conforme bajemos. Busca salidas alternativas siempre. Tápate nariz y boca con pañuelos húmedos.
Muévete agachado
El calor y los gases van ascendiendo, por lo que la respiración es más difícil cuanto más alta se tenga la cabeza. De esta forma, es mejor agacharse en la medida de lo posible. En caso de que se incendie la ropa, no corras: tírate al suelo y rueda.
Toca las puertas
No sabemos dónde puede haber fuego. Por ello, antes de entrar a cualquier lugar, lo más importante es que toques el pomo o la puerta en sí para cerciorarte de que no hay fuego al otro lado.
Hazte ver
Si estás atrapado, cierra todas las ventanas y puertas. Hazte ver a través de los cristales y agita un trapo, un papel, algo que te haga visible. Tapa con trapos húmedos las juntas de las puertas y ventanas.