“Lavarse el pelo todos los días es fatal para su mantenimiento”. ¿Cuántas veces habrás escuchado esta frase o similares en tu vida cuando confiesas que lavas tu pelo cada día? Lo cierto es que tú ves tu cabello en perfecto estado, pero te alertan de que tanto lavado puede secarte los mechones, aumentar su caída o hacer que aparezca esa caspa tan desagradable. En definitiva, que te dejan con la duda y ya no sabes si eso de lavarte el pelo cada día es lo mejor para ti. ¿Mito o realidad? Pues como en casi todo, depende de cada caso en específico.
Cada persona tiene sus propios hábitos, no nos cabe duda, y lo que a uno le puede ir a las mil maravillas a otro puede no hacerle efecto alguno, qué le vamos a hacer. Con esto del pelo pasa algo parecido y hay que tener en cuenta las características del cabello de cada uno. Lo más lógico es lavarse el pelo cuando esté sucio, no dejar intervalos por eso de que hoy no te toca lavarlo.
Pero si nos vamos a las características capilares hay que tener en cuenta que el cabello graso es el que más se debería tener que lavar a diario porque se ensucia antes, lo mismo ocurre con el pelo fino, en el que la limpieza dura mucho menos. Y si eres de los que hace deporte, va al gimnasio o a correr, todo ese sudor es fatal para el pelo y necesitas lavarlo para eliminar el sudor acumulado que puede darle un aspecto más graso al cabello.
Aún así hay ocasiones en las que podría no ser necesario el lavado diario porque el pelo sigue limpio tras una jornada, especialmente cuando el pelo es seco o rizado, pues no se requiere de una limpieza diaria, pudiéndose alternar el lavado un día sí y otro no o dependiendo de las características del cabello con intervalos aún más grandes.
Hay ocasiones en las que es necesario tener que prestarle más atención a nuestro cabello y mimarlo mucho más, por ejemplo en verano, una temporada en la que estamos muy expuestos al sol y al agua, especialmente a la del mar. Por mucho que el agua marina sea magnífica para relajarnos el salitre, o el cloro de las piscinas, hay que eliminarlo porque pueden deshidratar y dañar nuestro cabello. Para ello es necesario un champú que lo hidrate y mantenga nuestro pelo ideal durante los meses estivales.
El champú que se elige en cada lavado es otra de las claves para un buen lavado que sea efectivo. Cuando se tiene un cuero cabelludo graso, seco, el pelo rizado o teñido hay que seleccionar uno específico para mantener las propiedades, el color y el brillo. De todas forma se aconsejan champús suaves, sin sulfatos para que dañen el cuero cabelludo lo menos posible. Y en cuanto a la temperatura del agua es mejor que sea tibia o fría, ya que caliente podría ser peor para el pelo generando incluso más grasa.
Ya ves que lavarse el pelo cada día en muchos casos no es del todo malo, es más, si se hace de forma adecuada con el champú idóneo es beneficioso para evitar la acumulación de grasa y un aspecto algo “sucio” del pelo, aunque otros tipos de cabello más secos puede que no necesiten ese lavado diario y se pueda alternar su paso por agua y champú. En definitiva, el lavado diario del pelo no tiene porqué ser malo, al contrario en muchos casos es totalmente necesario, todo dependerá del tipo y de las características de cada cabello.