A un paso del verano de la ‘normalidad’, cada vez son más las restricciones que se están relajando de cara a los meses de julio y agosto. Mientras que las mascarillas ya no son obligatorias en nuestro país en interiores, quitando alguna excepción, los aeropuertos eran uno de los puntos más conflictivos. Hasta ahora, en las terminales su uso no era obligatorio, pero sí dentro de los vuelos. Sin embargo, desde el día 16 de mayo eso puede cambiar.
La Agencia Europea de Seguridad (EASA) y el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) han anunciado que van a retirar la recomendación de que las mascarillas se tengan que seguir usando en los aviones. La medida, aseguran, se toma estudiando los niveles de vacunación y la inmunidad adquirida de forma natural por el grueso de la población europea.
"A partir de la semana que viene, las mascarillas ya no tendrán que ser obligatorias en los viajes aéreos en todos los casos, en línea con la modificación de requisitos para el transporte público de las autoridades nacionales en toda Europa", explica el director ejecutivo de EASA, Patrick Ky. Se trata de un gran paso hacia la normalización de una enfermedad que no parece que vaya a desaparecer a corto plazo, pero que tiene excepciones. Te las contamos
Desde EASA hacen una llamada a la responsabilidad de los usuarios y piden que, en caso de tener síntomas compatibles con la enfermedad, así como estornudos frecuentes o tos, sigan llevándola con normalidad. Las personas vulnerables, también deberán seguir usando mascarilla, independientemente de la normativa, subrayan.
Por otro lado, "las normas y requisitos de los estados de origen y de destino deben ser respetadas y aplicadas de forma coherente y los operadores deberían ocuparse de informar a los pasajeros de las medidas requeridas". Lo que abre la incógnita a si nuestro país se sumará a las recomendaciones de la EASA o si, por el contrario, mantendrá su obligatoriedad.
Algunos países están quitando de sus requerimientos los formularios de entrada de pasajeros, que hasta ahora se hacían para tener un control exhaustivo del la localización de todo el que entrase o saliese de sus fronteras y para que se pudiesen rastrear mejor los positivos en casos de brotes.
Sin embargo, desde EASA explican que las aerolíneas deberían mantener sus sistemas de recolección de datos en estado de reposo, para activarlos por ejemplo en el caso de que aparezca una nueva variante covid.