A medida que los meses de pandemia han ido avanzando, países europeos como Alemania han decidido que las mascarillas FFP2 sean obligatorias en espacios públicos cerrados como comercios o transporte público, posicionándolas como las más fiables. El argumento es que no solo protegen a los demás de los aerosoles que uno exhala (el motivo por el que todos debemos usarlas en tiempos coronavíricos), sino que también protegen a uno mismo de los aerosoles ajenos.
En España, su uso no ha sido obligado en ningún momento de la crisis de salud pública que azota al mundo desde el año pasado y, generalmente, han sido utilizadas por el personal de hospitales. Ahora, desde distintas esferas sanitarias, se está pidiendo retirar del mercado la FFP2 de una marca concreta por el "alto riesgo" de inhalación de grafeno, una material compuesto por átomos de carbono que se utiliza en distintas industrias, por su carácter resistente, duradero y ligero.
Se trata de la marca Shenquean-Iturri. La Gerencia Regional de Salud de Castilla y León las retiró por el riesgo existente de respiración de nanopartículas de grafeno, compuesto dañino para la salud pulmonar. Tras conocer la decisión, otros organismos como el Sindicato MATS de Alcalá de Henares (Madrid) exigieron a la consejería de Sanidad de la región que retirasen "inmediatamente" los cubrebocas de la marca, utilizados en el Hospital Príncipe de Asturias durante meses.
El gobierno vasco, tras conocer las demandas de las distintas esferas sanitarias regionales, también decidió retirar el pasado 14 de abril las mascarillas de grafeno de la mencionada marca. Habitualmente, las FFP2 son utilizadas por el personal de hospitales y también por la Ertzainza y otros empleados públicos, debido a su alto grado de protección y su catalogación como Equipo de Protección Individual (EPI).
El aviso viene de fuera. Fue el Ministerio de Salud de Canadá quien lanzó el primer aviso, al comprobar que el grafeno se había estado usando en la composición de los materiales con los que se han fabricado algunas mascarillas. Al tratarse de un material resistente y ligero, Shenquean-Iturri lo ha incluido en su fabricación. Pero su inhalación a largo plazo podría ser perjudicial para la salud pulmonar.