El experimento que demuestra por qué no debemos usar mascarillas con válvula

  • Fernando Simón las llamó "egoístas" y, a pesar de que pueden ser mejores para los mayores porque se respira mejor, están prohibidas por las Comunidades Autónomas

  • Ahora, un grupo de investigadores han demostrado por dónde se escapan las gotículas que pueden provocar nuevos contagios de coronavirus

"Las mascarillas egoístas, porque yo me protejo y los demás me preocupan poco". De esta manera definía Fernando Simón a las mascarillas con válvula cuando, en junio, las autonomías decidieron prohibirlas para protegerse contra el coronavirus. Por entonces, se podía caer en la tentación de comprarle esta modalidad de protección a nuestros mayores, puesto que, con ellas, es cierto que se respira mejor, pero no son solidarias. Ahora, un estudio del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST), en Maryland (EE.UU.), ha difundido una serie de vídeos en los que se visualiza de forma clara el motivo por el que no deberíamos emplearlas.

Para demostrar que no son las ideales, los investigadores del NIST han utilizado distintas técnicas y han grabado diferentes emisores de aire (a una persona y a un maniquí) exhalando aire. A su vez, el experimento se ha repetido sin ningún filtro o mascarilla, con una mascarilla N95 sin válvula (modelo 8210) y con otra mascarilla N95 con válvula (modelo 8511).

Este vídeo, creado con un sistema de imágenes Schlieren, muestra la dinámica del flujo de aire cuando se usa una máscara N95 con una válvula de exhalación (izquierda) y sin una válvula de exhalación. La válvula está diseñada para permitir que el aire escape sin filtrar. Las máscaras con válvulas no reducen la propagación del COVID y no deben usarse para ese propósito, según el CDC

Para el segundo vídeo, los investigadores crearon un aparato que emite aire a la misma velocidad y tempo que un adulto en reposo y lo conectaron a un maniquí. Como sustituto de las gotas exhaladas, el aire transporta gotas de agua en un rango de tamaños típicos de las gotas que las personas emiten en su respiración al exhalar, hablar y toser. Una luz LED de alta intensidad detrás del maniquí ilumina las gotas en el aire, lo que hace que dispersen la luz y se vean brillantes en la cámara.

En contraste con el primer vídeo en este se ve cómo, a la izquierda, las gotas escapan sin filtrar a través de la válvula de una máscara N95. En el medio, no hay válvula y no se ve la respiración porque la máscara ha filtrado las gotas. A la derecha, no se usa máscara.

Tanto el flujo de aire en el primer caso como las gotas exhaladas en el segundo salen disparadas cuando no se lleva mascarilla, pero también cuando se emplea una mascarilla con válvula. Los autores esperan que los vídeos ayuden a las personas a comprender, de un vistazo, por qué las máscaras destinadas a frenar la propagación de la covid-19 no deberían tener válvulas.