Alguien te manda unas fotos recientes y una expresión de sorpresa y desagrado aparecen en tu cara. ¿Pero de dónde ha salido esa papada? Antes de la pandemia no la tenías. La acumulación de grasa en la zona de cuello y mandíbula puede ser una consecuencia del sobrepeso, la edad y, ahora también lo sabemos un exceso de pantallas. Mirar el móvil, tabletas, portátiles y todo gadget digital que cae a mano es uno de los hábitos que más ha crecido durante la pandemia. Más aún si teletrabajas y te ves rodeado de portátiles, móviles y papeles. La factura la pagamos, tanto hombres como mujeres, en forma de papada, arrugas y dolores de cuello y espalda.
El cuello es una de las zonas del cuerpo que más delatan la edad. Y no solo por las arrugas sino por el exceso de grasa que se acumula debajo de la barbilla. La papada hace que el óvalo facial se desdibuje y se vea menos turgente. Además de la edad, el exceso de peso, la genética, responsable de que nuestros tejidos sean más o menos flácidos, y hábitos como el exceso de pantallas favorecen su aparición.
El 'tech neck' o 'papada smartphone' comienza a proliferar. Cada vez que se consulta el móvil o la tableta, el cuello se dobla y ejerce una presión sobre la columna de unos 25 kilos. Este peso es soportado en gran parte por la piel del cuello, que va cediendo. Así va creándose ese antiestético volumen, que también puede darse entre personas jóvenes.
"La presión constante que ejercemos sobre el cuello cuando miramos la pantalla de nuestro teléfono o el teclado de nuestro ordenador, siempre en la misma posición, conlleva la temprana aparición de arrugas en el cuello y la formación de papada debido a la presión constante que ejercemos sobre la zona, frenando la circulación de la sangre y evitando que la piel se oxigene, lo que conduce a una atrofia y a una disminución celular que va a crear esa especie de cicatriz interna que es lo que subyace bajo una arruga", explica el doctor Ángel Martín, especialista en medicina estética y director médico de Clínica Menorca.
Para este especialista, lo fundamental es evitar ejercer presión sobre el mismo punto durante mucho tiempo e ir cambiando la posición de la cabeza a menudo. La hidratación es otra de las claves. Si además de la papada se añade la aparición de arrugas en el cuello, "es necesario hidratar cuanto antes el valle de la arruga para evitar la fibrosis, esos nudos que se han formado y que tiran de la piel dando lugar a la arruga”, señala Ángel Martín.
Por último, como en todos los procesos relacionados con la belleza la disciplina a la hora de hacer las rutinas faciales y el cuidado de la alimentación son otras de las herramientas imprescindibles. "Es muy importante la rutina nocturna de belleza, limpiar bien la piel y utilizar un sérum y una crema con ácido hialurónico para una correcta regeneración celular. También hay que cuidar la alimentación. En ninguna ingesta deben faltar las vitaminas y las proteínas, además de beber mucha agua para hidratar la piel desde dentro", afirma este experto. La alimentación juega un papel fundamental, ya que algunos alimentos, como los ricos en polifenoles, vitamina E u Omega 3, ayudar a la formación de colágeno, la sujeción natural de la musculatura facial.
Puede que a pesar de todos los cuidados, la papada y las arrugas del cuello se hayan instalado en nuestra cara y no tengan intención de desaparecer. Ahí es cuando podemos hacer uso de todos los recursos que nos ofrece la medicina estética. Todos los tratamientos que desgranamos son no invasivos, no dolorosos, y ambulatorios, por lo que el paciente puede reincorporarse a su vida habitual después de someterse a cualquiera de ellos.
Indicada para las arrugas, adiposidad localizada y flacidez. Es muy eficaz para tratar la papada. La administración subcutánea de CO2 bioestimula la zona formando nuevas fibras elásticas, colágenas y vasos sanguíneos aumentando el espesor de la piel. Provoca una vasodilatación arteriolar, drenaje del medio extracelular, aumento del flujo sanguíneo y estimula las células pluripotenciales del estroma; es decir, el tejido de sostén, produciendo un efecto analgésico y antiinflamatorio y una acción quema-grasas.
Se puede combinar con otros tratamientos para mejorar resultados. El número de sesiones dependerá de cada paciente. En general para empezar son recomendables cinco sesiones de media cada semana o quince días, y posteriormente una mensual para mantener resultados.
Es una aparatología novedosa para realizar microcirugía en la piel con plasma fraccionado, un potente haz de luz que crea un campo de energía que causa la vaporización del agua del tejido borrando las arrugas del cuello y del escote de forma permanente. Normalmente es suficiente con una sola sesión. Después del tratamiento hay que evitar la exposición solar.
Indicada para las arrugas y para mejorar la textura, el tono, el color, el brillo y la luminosidad de la piel. Se inyecta plasma rico en plaquetas (PRP) y factores de crecimiento (FC) de la propia sangre del paciente para estimular la formación de nuevas células ayudando a nuestro propio organismo a restaurar y reparar la lesión. La seguridad de su uso reside en que se trata de plasma 100% del propio paciente, evitando efectos secundarios o alergias
Indicados para la flacidez y arrugas del cuello. Son biocompatibles, reabsorbibles, seguros y los resultados duran entre 12 y 18 meses. Además de tensar para reposicionar los tejidos, la Polidioxanona forma colágeno, por lo que se reducen las líneas, arrugas y pliegues mejorando el aspecto, la elasticidad y luminosidad de la piel. Se pueden combinar con otros tratamientos. Dependiendo del grado de flacidez se pueden utilizar hilos monofilamento o hilos tensores espiculados.
Indicado para la papada, se trata de un fármaco citolítico de ácido desoxicólico que cuando se inyecta en la grasa submentoniana rompe y destruye la membrana celular de la grasa de forma permanente y eliminándola de forma natural. Además provoca neocolagénesis (nueva creación de colágeno que engrosa el tejido). Dependiendo de cada paciente se pueden necesitar entre dos y cuatro sesiones mensuales. Los resultados se ven a las doce semanas del tratamiento.
En caso de que la aparición del cuello o papada digital vaya acompañado de dolores en el cuello, trapecios o espalda hay algunas pautas que pueden ayudar a paliar las molestias. Estos son las recomendaciones de los expertos de Clínica Menorca