La situación de alerta por el COVID-19 se extiende y los usuarios de redes sociales están volcando en ellas sus vivencias al respecto. Entre ellas, las historias y anécdotas de cómo las personas mayores, una de las poblaciones más vulnerables al contagio junto a los enfermos crónicos y las personas inmunodeprimidas, están afrontando estos días de mayor cautela. El Ministerio de Sanidad recomendaba extremar precauciones en residencias y centros sociosanitarios (centros de día) -algunos de estos, directamente, han cerrado- y la advertencia sobre aquellos abuelos cuidadores que se hacen cargo de los nietos sosteniendo una vez más el sistema mientras los padres trabajan, pudiendo esto propiciar más contagios, ha calado en muchos casos.
Más allá de la cuarentena a la que deben someterse aquellas personas que han estado en contacto con alguna persona con coronavirus o con potencial riesgo de contagio, y aquellos especialmente vulnerables; muchos se encargan de recordar la importancia de tomar conciencia, hacerse responsable y extremar precauciones adoptando la cuarentena voluntaria a pesar de la dificultad emocional añadida que conlleva.
"Mis padres tienen 72 años y sus hijos estamos un poco preocupados por ellos. Como lo más prudente es no ir a verlos, no paramos de preguntarles y hoy mi padre -al que le encanta escribir- nos ha mandado este texto para calmarnos", escribía la periodista Carmen Mata en Twitter. Y adjuntaba una carta con la que, como a ella, a más de un tuitero se le "ha metido algo en el ojo". En el momento de escribir este artículo, la carta acumula más de 1.600 'me gusta' y 233 retuits.
De su mensaje, destaca la idea de prevención responsable y voluntaria, desde la calma y sin alarmismo, que sirve como ejemplo: "Nosotros, lo que tenemos que hacer es concienciarnos en respetar la cuarentena porque nos jugamos mucho en ello. Salir solo para darnos una caminata por el exterior del barrio y el resto del día desarrollar actividades dentro de casa, que las hay en buen número (...) El tema no es solo que los nietos nos puedan transmitir el virus, sino, también, que nosotros lo podamos hacer con ellos", escribía en un documento Word que capturaba a través del móvil. Y conseguía arrancar una sonrisa (y puede que alguna que otra lágrima) con este final: "Lamentando toda esta situación, os enviamos una gran cantidad de besos así como croquetas digitales".
Visto el alcance de su mensaje, el padre de Carmen ha querido responder aclarando exactamente a qué se refería con esas 'croquetas digitales' y lanzando un mensaje de agradecimiento y calor en tiempos difíciles. "Es bonito comprobar que todavía quedan personas con las ganas, el tiempo y la capacidad emocional para contestar, de la cariñosa forma que lo han hecho, al mensaje enviado por ti".