Han pasado tres días desde que Araceli recibió la vacuna de Pfizer. Tres días desde que la esperanza entrase en el final de este fatídico 2020. Felicidad porque se empieza a ver la luz al final de este túnel pero que no debe llevarnos a error. La vacuna no debe ser un sinónimo de irresponsabilidad, de falsa sensación de seguridad, el contagio incluso teniéndola puesta es posible. De hecho, ha ocurrido en San Diego, en Estados Unidos. Un enfermero de 45 años ha dado positivo en covid-19 apenas una semana después de recibir la primera dosis. ¿Es este caso normal? Desgraciadamente la respuesta es que sí, que no es algo inesperado. Te explicamos el porqué.
Vacunarte e irte de cañas, sin distancia, sin mascarilla y coger un avión para volar a la otra punta del mundo es una utopía. La vuelta a la vida que conocíamos hasta el mes de marzo tardará más en llegar. Ponerte la primera dosis no es garantía de nada. Según los ensayos clínicos presentados por el laboratorio Pfizer, la inmunización, que se produce en el 95% de los vacunados, se consigue después de recibir la segunda dosis, que se inyecta 21 días después de la primera. "Tras ponerte la vacuna, es necesario regresar a casa, mantener el aislamiento social, esperar la segunda dosis y luego esperar al menos 15 días para que la vacuna alcance el nivel de efectividad esperado", ha explicado la bióloga Natalia Pasternak, presidenta del Instituto científico de Brasil a BBC News.
Las autoridades sanitarias españolas aseguran que la protección óptima se alcanza, en concreto, siete días después de haber recibido la segunda dosis. Por tanto, en un caso como el ocurrido en Estados Unidos, como la vacunación es segura en personas que han tenido previamente la enfermedad "se recomienda administrar la segunda dosis, una vez terminado el periodo de aislamiento" y haber superado la enfermedad, destaca la guía elaborada por el Gobierno Central sobre la estrategia de vacunación.
Otra de las hipótesis que está sobre la mesa en un caso como este es la posibilidad de que el contagio se produjese antes de la primera dosis de la vacuna. Según Sanidad el periodo de incubación del virus es de hasta 14 días, es decir, que es posible que el enfermero tuviese la enfermedad cuando se vacunó pero que los síntomas no viesen la luz hasta días después de hacerlo. Sin embargo, cabe recordar que este plazo suele ser más corto, en concreto de cinco días, de acuerdo con lo publicado por Annals of Internal Medicine, la revista médica de mayor prestigio de Estados Unidos.
Por eso, los expertos hacen hincapié en que las vacunas no son la panacea; que detener la pandemia llevará tiempo y que, mientras tanto, se deben cumplir las prácticas fundamentales sociosanitarias de mantener el distanciamiento social, lavarse las manos frecuentemente y usar mascarillas. Todo esto, al menos, hasta que se haya conseguido la inmunidad de grupo, cuando el 70% de la población se haya suministrado ambas dosis y eso, todavía está lejos. El presidente de la Sociedad Española de Inmunología (SEI), Marcos López Hoyos, lo afirma con claridad a Redacción Médica: "No habrá inmunidad de grupo en 2021, con o sin vacuna"