Durante la pandemia, Bill Gates (65 años) ha sido una de las personalidades que más se ha atrevido a pronosticar qué va a pasar con el mundo tras el coronavirus, cómo se adaptarán las personas al 'nuevo mundo' pospandémico o el tiempo que nos queda para prepararnos ante la próxima gran crisis sanitaria (ya habla abiertamente de una nueva pandemia en los próximos años o décadas). Aunque no es un experto médico, Gates es una fuente de referencia usual fuera del ámbito de la salud.
Ayer mismo, el cofundador de Microsoft y su mujer, Melinda Gates, publicaron su tradicional carta anual, en la que hacen balance del año anterior. En ella reflexionan sobre la respuesta que se ha dado a la COVID-19 y señalan la necesidad de que los gobiernos y entidades sanitarias se preparen a conciencia para poder prevenir al máximo las consecuencias más nefastas de una nueva crisis de esta magnitud. Estas son algunas de las claves de la carta.
"La desafortunada realidad es que la COVID-19 podría no ser la última pandemia. No sabemos cuándo llegará la próxima, si será una gripe, un coronavirus o alguna enfermedad nueva que nunca antes habíamos visto. Pero lo que sí que sabemos es que no podemos permitirnos que nos pille desprevenidos. La amenaza de la próxima pandemia siempre estará sobre nuestras cabezas, a menos que el mundo tome medidas para prevenirla."
"Para evitar que se repitan las dificultades de este último año, la preparación para una pandemia debe tomarse tan en serio como tomaríamos la amenaza de una guerra. El mundo necesita duplicar las inversiones en investigación y desarrollo (I+D) (...) . También necesitamos desarrollar capacidades completamente nuevas que no existen".
"Para la próxima pandemia, tengo esperanza de que tendremos lo que yo llamo plataformas de megadiagnóstico, que podrían hacer tests a más del 20 % de la población mundial cada semana".
"Estoy seguro de que también tendremos mejores tratamientos. Una de las terapias contra la COVID-19 más prometedoras son los anticuerpos monoclonales. Si un paciente los recibe lo suficientemente temprano, potencialmente puede reducir la tasa de muerte hasta en un 80 %".
"Por mucho miedo que dé imaginarlo, la próxima pandemia podría ser resultado del bioterrorismo".
Ahora sí, estamos listos
"El mundo no estaba listo para la pandemia de COVID-19. Creo que la próxima vez será diferente"
"La esperanza está en el horizonte. Aunque tenemos una larga recuperación por delante, el mundo ha logrado algunas victorias significativas contra el virus en forma de nuevas pruebas, tratamientos y vacunas. Creemos que estas nuevas herramientas pronto comenzarán a doblar la curva"
"Ningún país o empresa podría haber logrado esto solo. Los financiadores de todo el mundo reunieron recursos, los competidores compartieron los resultados de la investigación y todos los involucrados tuvieron una ventaja gracias a muchos años de inversión global en tecnologías (...). Si el nuevo coronavirus hubiera surgido en 2009 en lugar de 2019, el camino hacia una vacuna habría sido mucho más largo".