Pensar en una prueba de detección de la covid-19 nos lleva directamente a pensar en ese palo de la PCR o el test de antígenos para recoger la muestra que unas horas después nos dirá si somos positivo o negativo en coronavirus. Pero ojo, porque parece que China nos podría traer una nueva forma para detectar si hay presencia de coronavirus en nuestro organismo: las pruebas anales. ¿Son efectivas? ¿Por qué el país donde se inició la pandemia ha comenzado a utilizar estos test?
Según el medio Channel NewsAsia, la cadena de televisión china CCTV ha confirmado el uso de este método de detección de la covid-19 en ciertas zonas del país donde han aparecido casos. De esta manera, los sanitarios encargados de recoger las muestras a los positivos o los posibles casos de coronavirus han comenzado a utilizar hisopos anales en Pekín y otras zonas del país donde se han reportado pequeños brotes del virus.
En China cualquier pequeño brote hace que grandes ciudades se cierren y se aíslen del exterior para comenzar a hacer test masivos a su población. Pruebas que, en esta ocasión, nada tienen que ver con las nasales o de garganta que se han venido realizando desde que se inició la pandemia hace ya más de un año en este país. Según las declaraciones del doctor Li Tongzeng, médico del Hospital You’an de Pekín, a CCTV, mediante las pruebas anales se podría aumentar la detección del virus en el organismo.
¿A qué se debe esto? Parece ser que el rastro que va dejando el coronavirus en nuestro organismo desaparece antes en las vías respiratorias que en la zona anal. Aunque esta prueba ya se está realizando en varias zonas del país, aún no hay constancia alguna de que otros territorios hayan dado luz verde a realizar esta prueba. Aún así, parece que habría que estudiar todavía si esta técnica es más efectiva que la nasal, tal y como indicaba el doctor Tongzeng, pues otros médicos, como Yang Zhanqiu de la Universidad de Wuhan, establece que las pruebas nasales y de garganta son las más eficientes porque el virus se contrae por esas vías, no por el sistema digestivo, según apunta a ABC News.
Por los testimonios recogidos en redes sociales chinas y en medios internacionales, la prueba anal no dura más de 10 segundos, lo mismo que una PCR nasal, y parece ser que es igual de indolora, aunque sí bastante molesta. La mayoría de comentarios de personas que se han enfrentado a esta nueva prueba coinciden en que la sensación prioritaria al hacérsela es de “vergüenza” o “humillación”.
Mientras que el planeta entero se enfrenta a una tercera ola marcada el comienzo del proceso de vacunación y por las nuevas cepas británica y sudafricana, que pueden ser más contagiosas, China parece afrontarla mucho mejor que el resto de países con sus medidas de aislamiento y test masivos en zonas donde se detectan casos, además de PCR y cuarentenas obligatorias para todo aquel que llega al país. Por el momento queda ver si estas pruebas anales funcionan mejor de lo que lo hacen los test nasales y de garganta que se vienen haciendo desde hace un año y, en caso de que sea un éxito, si se expandiría esa tendencia al resto de países.