La residencia de mayores La Paz, ubicada en pleno centro de Madrid, se ha convertido en uno de los mayores focos del coronavirus en nuestro país. 14 pacientes y un sanitarios están contagiados por el Covid-19, según informa la Consejería de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid, la entidad que gestiona estos centros. La mayoría de los enfermos tienen una media de 80 años, lo que les convierte en una población vulnerable, ya que la letalidad del nuevo coronavirus es un 14% más alta respecto a otros grupos de edad.
Antes de este caso, las recomendaciones del ministerio de Sanidad para luchar contra la propagación del coronavirus ya habían llegado a las residencias y centros de día a través de las distintas consejerías de las comunidades autónomas. Entonces, las pautas no diferían respecto a las indicaciones generales (extremar la higiene de manos, toser o estornudar con pañuelos desechables o con la maniobra DAB y mantener limpias las superficies de trabajo).
Ahora se han intensificado. En el caso concreto de la Residencia de la Paz, la CAM ha proporcionado a los trabajadores el material de protección exigido por Salud Pública; ha reforzado la plantilla en los tres turnos y se ha puesto en contacto con los familiares de los residentes para pedirles que no efectúen visitas, si no es estrictamente necesario. Las actividades externas y de voluntariado se han suspendido y los residentes y trabajadores que cumplan ciertos criterios médicos pasarán las pruebas de detección para descartar el contagio.
La consejería de Políticas Sociales de la CAM y la Dirección General de Salud Pública trabajan a toda velocidad para crear un protocolo que amplíe las medidas existentes."Entre las medidas de refuerzo se contempla la habilitación de zonas de aislamiento o limitación de contactos en las residencias de mayores y se procurará que aquellas personas con síntomas no utilicen las zonas comunes, como puede ser el comedor. La Agencia Madrileña de Atención Social ha anunciado la contratación de personal de enfermería y de servicios para reforzar la atención en aquellos centros en los que fuera necesario por la detección de casos positivos”, explica el comunicado remitido por esta consejería a los medios.
Las residencias y centros de mayores son un grupo sensible en la gestión de la crisis del Covid-19. Las personas mayores son una población de riesgo que suelen recibir muchas visitas. Los centros donde viven y recibe a sus familiares son áreas de riesgo exponencial. Hablamos con los profesionales que cada día se ‘arman’ contra el coronavirus.
La comunidad de Madrid alberga el mayor número de coronavirus en España, con 56 contagios por el momento. Torrejón es el municipio donde se están diagnosticando más casos. Aunque no se ha implementado un protocolo adicional, al margen de las recomendaciones de la Consejería de Sanidad de la CAM, lo cierto es que las residencias de la localidad sí están extremando la vigilancia. "Hemos instalado más dispensadores de jabones con alcohol y cuando recibo visitas siempre les pido limpiarse las manos antes de saludarnos o empezar la reunión", afirma Mariana Rizzoli, subdirectora de la residencia Las Celindas, centro concertado con la Comunidad de Madrid.
¿Cómo reaccionan los visitantes? "Son los primeros interesados en lavarse las manos. La residencia es el hogar de sus allegados y quieren lo mejor para ellos. Para nosotros, el coronavirus es una incidencia más, pero siempre extremamos las medidas de higiene, el uso de guantes, por ejemplo, es siempre continuo porque trabajamos con personas con una salud delicada", explica Rizzoli.
En Amavir, otra residencia con plazas concertadas de Torrejón de Ardoz, han implementado las recomendaciones de la CAM y han ido un poco más allá: "también hemos extendido estas recomendaciones a los centros de día y avisamos a los visitantes con algún tipo de síntoma que no acudan al centro", dice Roberto Rodríguez, director de Comunicación de esta red de residencias y centros de día que gestiona 42 establecimientos en toda España.
En su opinión, el coronavirus ha servido para que la población tome conciencia de algunas medidas tan básicas como la higiene de manos o superficies de trabajo. "Hasta ahora costaba mucho, pero la situación ha cambiado. Nosotros estamos preparados para aislar al contagiado, si es necesario, porque estas medidas no difieren mucho de las pautadas para la Gripe A. Nosotros trabajamos con población de riesgo, así que si los contagios aumentaran, podríamos desarrollar más medidas como, por ejemplo, restringir visitas", advierte Rodríguez. Para el directivo, el ambiente en la residencia de Torrejón es de "inquietud, pero no de intranquilidad".
Después de Madrid, Vitoria, con un centenar de sanitarios en aislamiento, es donde se registran más contagios. Nekane Murga, consejera de Salud del Gobierno Vasco, ha confirmado que ya se han dado instrucciones a las organizaciones sanitarias de esta comunidad para extremar las precauciones entre los profesionales sanitarios, una decisión que se extiende a las residencias públicas y concertadas y a los centros de día.
Sin embargo, no van a imponerse medidas complementarias, aunque la propia consejera reconoce que en los últimos días la demanda de información se ha desbordado. La consejería de Salud ha reforzado con más personal el Consejo Sanitario de Osakidetza, un servicio de atención no presencial prestado por profesionales de enfermería las 24h del día los 365 días del año que desde febrero a recibido casi 1.000 llamadas. "Llamamos a la tranquilidad a la población, especialmente a la alavesa, cuya asistencia está garantizada", afirma Nekane Murga.
Los centros privados han implementado igualmente las recomendaciones de Sanidad y en este aspecto están perfectamente coordinados. Así lo confirma Jesús Cubero, secretario general de la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (AESTE), organización empresarial sin ánimo de lucro que representa los intereses empresariales y sociales de los servicios y residencias para las personas mayores.
"El protocolo básicamente recomienda extremar las medidas de higiene y controlar las visitas a los centros para identificar cualquier posible contagio de alguna persona que haya visitado zonas de riesgo o que tenga posibles síntomas de la enfermedad. En caso de que algún visitante o persona mayor residente en nuestros centros tuviera síntomas de la enfermedad, el protocolo indica que debemos avisar a Salud Pública para poder realizar las pruebas diagnósticas pertinentes. Mientras tanto, esa persona permanecería en aislamiento como solemos realizar en cualquier caso de enfermedad vírica", explica Cubero.
Como en los centros públicos y concertados, el protocolo aplica tanto a los residentes como a las visitas, aunque el peligro principal es para los residentes que pudieran encontrarse en situaciones de inmunodepresión o con enfermedades respiratorias. Desde AESTE se apuesta por los recursos humanos como principal ‘arma’ contra cualquier proceso infeccioso. "Se trata de un personal con gran experiencia y que responde de manera extraordinaria ante estas situaciones. Sus prioridades son las de proteger la salud de los residentes, de todo el personal que trabaja en los centros y de los familiares que visitan a sus mayores", afirma el secretario general de la organización.
Los residentes están cuidados; los sanitarios, preparados. ¿Y las familias? El secretario general de AESTE confirma que los familiares son los primeros interesados. "Las propias familias están concienciadas por la constante información que reciben a través de los medios de comunicación, y aplican motu proprio dichas recomendaciones. No debemos olvidar que los centros residenciales son los hogares de un gran número de personas mayores, y por tanto tan sólo debemos seguir las recomendaciones de las autoridades sanitarias y tener confianza en el excelente equipo de profesionales sociosanitarios que tenemos en nuestros centros y en el sistema sanitario español".
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