La sudoración excesiva, una incómoda enfermedad que puede afectar a nuestra vida social: causas y tratamiento

  • La hiperhidrosis puede afectarnos a nuestra autoestima y relaciones sociales

  • La sudoración excesiva puede producirse por distintos trastornos o por causas completamente desconocidas

El sudor es una reacción natural de nuestro cuerpo, pero cuando se produce en exceso puede llegar a ser todo un problema. La sudoración excesiva, o hiperhidrosis, es una incómoda enfermedad que puede afectar a nuestra vida social. Desde sentir las manos sudadas a ver como nuestra ropa se empapa antes de una cita importante, este trastorno puede ponernos en un sinfín de situaciones embarazosas capaces de minar nuestra autoestima e impedir que nos relacionemos con normalidad, y lo peor es que pueden ocurrir a diario. Toda una pesadilla. Afortunadamente, hoy día existen varios tratamientos que pueden ayudarnos a combatir este problema, aunque primero debemos descubrir cuales son sus causas. Y es que esta enfermedad, que actualmente se calcula que afecta en torno a un 5% de la población mundial, puede aparecer por todo tipo de motivos.

¿Cómo surge la hiperhidrosis?

La hiperhidrosis se produce cuando nuestras glándulas sudoríparas, que están controladas por nuestro sistema nervioso, empiezan a generar sudor por encima de lo normal sin que hayamos experimentado un aumento de temperatura o hecho algún esfuerzo físico. Las causas detrás de esta enfermedad son muy variadas, pero podemos establecer dos tipos: la hiperhidrosis primaria y la hiperhidrosis secundaria.

Hiperhidrosis primaria o hiperhidrosis esencial

Es el tipo más habitual de hiperhidrosis, y también el que más dudas despierta. Esta afección se caracteriza porque no suele atacarnos mientras dormimos y porque normalmente afecta a las palmas de las manos, las planta de los pies, las axilas y el rostro. Sus causas son desconocidas, pero es habitual que este tipo de sudoración afecte a varios miembros de la familia. Además, el problema suele empeorar si nos estresamos o nos ponemos nerviosos.

Hiperhidrosis secundaria

Surge como consecuencia de un problema subyacente que deberemos solucionar para acabar con el exceso de sudor. Este tipo de hiperhidrosis suele afectar a todo el cuerpo, y puede producirse por una gran cantidad de trastornos: desde infecciones y enfermedades a un nivel bajo en sangre o los sofocos de la menopausia. Además, el uso de determinados medicamentos como los antidepresivos, los anti-inflamatorios o el paracetamol pueden provocarnos un exceso de sudoración.

¿Se puede tratar la hiperhidrosis?

A la hora de enfrentarse a un caso de sudoración excesiva, existen varios tratamientos que podrán ayudarnos en función de la gravedad y el tipo de hiperhidrosis que suframos.

Antitranspirantes

Uno de los más populares son los antitranspirantes, unas sustancias con una destacable concentración de cloruro de aluminio capaces de taponar los conductos sudoríparos. Se utilizan por las noches, directamente sobre la piel seca, y suelen administrarse varios días seguidos. No obstante, cuando empiezan a notarse mejoras, es recomendable espaciar su uso semanal.

Anticolinérgicos

Este tipo de medicamentos permiten reducir la sudoración actuando sobre la acetilcolina, un neurotransmisor que aumenta la secreción de las glándulas sudoríparas. Pueden usarse tanto de forma oral como en forma de crema.

Toxina botulínica

Esta neurotoxina reduce la sudoración de la zona de las axilas, aunque también puede utilizarse, con menores resultados, para tratar el exceso de sudor en las palmas de las manos y plantas de los pies. Se inyecta en los nervios en sesiones que pueden durar entre 20 y 40 minutos y sus resultados suelen aparecer al cabo de unos meses.

Iontoforesis

Esta técnica se utiliza en los casos en los que la hiperhidrosis afecta a las palmas de las manos y plantas de los pies. A través de la aplicación de una corriente eléctrica en la piel, permite cerrar las glándulas sudoríparas. Suele aplicarse en varias sesiones semanales y en tres meses puede eliminar hasta un 70% del exceso de sudor. A la hora de utilizar este método, es imprescindible que tengamos las zonas afectadas en agua.

Simpatectomía quirúrgica

Esta cirugía está reservada para los casos más graves que no respondan a ningún otro tratamiento. Consiste en la eliminación de una parte de los nervios que controlan la sudoración, y suele utilizarse para tratar el exceso de sudor en las manos y la cara.

Sea cual sea nuestro caso, antes de empezar un tratamiento contra la hiperhidrosis deberemos acudir a un dermatólogo para conseguir un diagnóstico y una solución acorde a nuestras necesidades.