Los tendones son una de las partes del cuerpo que más se resienten con la edad, principalmente por el tímido inicio de la artrosis y el envejecimiento de los tejidos que lo conforman. Hasta ahora, se trataba de una merma prácticamente inexorable, una de esas consecuencias de la madurez con las que los séniors tenían que cargar de cara a su próxima etapa vital. Pero en las últimas semanas, una nueva terapia a partir de células madre mesenquimales parece encarar el camino idóneo para limitar el impacto de las lesiones tendinosas, especialmente en los mayores de 50 años.
Hablamos con el doctor Robert Soler, médico responsable del proyecto en el Instituto de Terapia Regenerativa Tisular (ITRT) de Barcelona, para que nos explique a fondo el funcionamiento de esta nueva pauta médica, hacia qué grupos poblacionales irá dirigida y cuándo se prevé que se generalice su uso en los hospitales y clínicas especializadas.
El tratamiento del ITRT se ha basado en la creación de nuevos tejidos en la zona que hasta la fecha se consideraban prácticamente irrecuperables. "Los tendones han sido siempre el tejido más difícil de tratar. Normalmente se trataban con rehabilitación, infiltraciones y, en el peor de los casos, había que recurrir a la cirugía, pero los resultados eran inciertos", explica Soler a Uppers. En este último caso, el paciente debía cargar con dolor post operación y, además, la funcionalidad no se recuperaba al 100 %.
Es ahí donde destaca el proyecto del ITRT. "La gran diferencia de este tratamiento respecto de otros es que podemos implantar millones de células madre mesenquimales cultivadas y permitir que la naturaleza haga su trabajo y regenere el tejido completamente en un plazo breve de tiempo, con lo que el paciente puede recuperar su vida de antes", apunta el doctor.
El proceso comienza con la extracción de células madre de la médula ósea, un paso "indoloro y sencillo" en palabras de Soler. Después, se envían al laboratorio donde se cultivan para multiplicarse y, con ello, alcanzar "los millones de unidades". Tres semanas después, una vez concluida esta parte, se inyectan en el paciente. "Solo implantando millones de unidades se consigue el efecto de regeneración", apunta el experto. El hallazgo se ha demostrado en un estudio publicado en la American Journal of Sports Medicine.
Los procesos de regeneración con células madre se han ido instalando como terapias, pero nunca han conseguido ser definitorios en lo que ha eliminación del dolor y vuelta a la vida normal se refiere. "Otras terapias que se hacen llamar de células madre, que se aplican el mismo día, no han demostrado su eficacia en ensayos clínicos. Aunque pueden mejorar ligeramente el dolor, nunca han demostrado la creación de tejido", asegura el especialista. "Esas otras terapias extraen algunas células madre de la sangre o de la grasa y la reimplantan el mismo día al paciente, con lo que su efecto es muy limitado".
Es ahí donde destaca el tratamiento con células madre de ITRT, avalado por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), al dejar un espacio considerable de tiempo para multiplicar de forma óptima las unidades celulares y lograr que, por sí mismas, consigan reunificar el tejido de los tendones de forma determinante.
Tan simple como recuperar la movilidad completa de la zona afectada, olvidar el dolor y volver a hacer las actividades que tuviste que dejar en aquel momento. "Ya no solo es el hecho de hacer desaparecer el dolor de su vida, es también el poder volver a esquiar, a practicar deporte en general, pero también volver a subir escaleras, como si nunca hubiera existido esa lesión", celebra Soler.
Desde deportistas a séniors, incluso en personas de edad avanzada, el tratamiento se ha demostrado como eficaz en los ensayos realizados. "Pensemos que, en los pacientes de edad, una lesión así supone el dejar de hacer ejercicio y limitar su vida hasta el punto de acabar por quedarse en casa, con lo que regenerar el tendón es recuperar su actividad y su vida", agrega.
Como hemos comentado, las lesiones de tendón son ciertamente habituales a partir de los 50 años. Es en la madurez cuando los tejidos comienzan a estropearse y aparecen, de forma incipiente, afecciones como la artrosis. "La población vive más años y además con un estilo de vida más activa, y los cartílagos no están preparados para soportar esa presión durante tanto tiempo, lo que hace que la artrosis sea muy frecuente a partir de los 50", cuenta Soler. "Con las células madre cultivadas, ya hemos demostrado hace años la regeneración del cartílago y la curación de la artrosis".
Otra de las claves que explican el éxito del tratamiento es su eficacia en los deportistas, el grupo de población que somete a una mayor carga a sus tendones. "Que el tratamiento sea efectivo para deportistas viene a demostrar que es una terapia que puede ayudar en cualquier circunstancia", zanja el doctor. "Nuestra idea es que se puedan beneficiar de este avance cuantas más personas mejor, incluso de edad muy avanzada", vaticina.
Por tanto, si es efectivo en deportistas de élite y personas de edad avanzada, cabe esperar que también lo sea en el grupo de los 50 años hacia arriba. "Creemos que los séniors son uno de los grupos de población que más se puede beneficiar, porque para ellos es recuperar su vida, es tener la capacidad de disfrutar con su familia de nuevo, de volver a practicar su deporte o aficiones y no verse abocado a una vida de dolor y limitaciones. Funciona exactamente igual que en pacientes jóvenes", considera Soler. El plazo de recuperación podría ser de apenas unos meses.
Está más cerca de lo que crees. "Ya está aquí, al alcance de aquellas personas que quieran volver a recuperar la vida que tenían antes de sufrir la lesión", asegura el doctor. Una vez se ha demostrado la regeneración en un tendón, la Agencia Española del Medicamento (AEMPS) ha autorizado a ampliar el campo de las terapias de recuperación de tendones, tales como las relacionadas con el tendón de Aquiles, el isquiotibial, el cuádriceps o el supraespinoso.
En palabras de los investigadores, el avance podría significar "un cambio radical" a raíz de este ensayo clínico, "especialmente en el terreno de la medicina regenerativa y los tratamientos biológicos por su efecto antiinflamatorio". En algunos casos, la terapia se combinará con la cirugía, pero avisan: "puede llegar a sustituirla".