Hace unos meses, cuando el proceso de vacunación ya llevaba un buen ritmo, los creadores de las vacunas contra la covid-19 pusieron sobre la mesa la posibilidad de inocular una tercera dosis de refuerzo que, por ejemplo, ya se ha confirmado en Reino Unido. Sin embargo, un informe internacional descarta que el pinchazo de una tercera vacuna mejore la inmunidad al virus debido a falta de datos, mientras que un estudio de Israel avala los beneficios de la tercera dosis en la reducción de contagios y casos graves de covid. Ante ello, el ministerio de Sanidad y las autonomías han aprobado este refuerzo en varios grupos de población con Pfizer y Moderna, sin noticias aún de Janssen.
Hace una semana la comisión de Salud Pública aprobaba la tercera dosis parar pacientes inmunodeprimidos que pertenezcan al grupo de alto riesgo, la cual ya ha dado comienzo. Ahora esa lista se amplía a mayores que vivan en residencias y a personas vulnerables por enfermedad, como pacientes con fibrosis quística, mayores de 40 años con Síndrome de Down o aquellos que se estén sometiendo a un tratamiento de quimioterapia. Un tercer pinchazo con Pfizer y Moderna que, según la propuesta inicial, se comenzaría a inocular a partir del día 4 de octubre, pero la decisión final es que las autonomías ya tienen vía libre para comenzar con la administración.
Una de las dudas que aún estaba por aclarar era si la tercera dosis a los mayores en residencias se les inyectaría ahora, recién aprobada, o si por el contrario se esperará para que coincida con la vacunación de la gripe estacional que se inocula a lo largo del otoño, al igual si habrá un segundo pinchazo para los vacunados con Janssen.
Las residencias de mayores fueron parte del primer grupo al que se comenzó a vacunar a finales de diciembre, cuando aterrizó el suero en España, y a día de hoy prácticamente el 100% de sus residentes tiene la pauta completa. Al ser los primeros, rápidamente se notó su eficacia en las gráficas de contagios y fallecidos con datos insignificantes semana tras semana entre mediados de febrero y comienzos de julio. Un éxito en la vacunación que varios estudios realizados por el ministerio de Sanidad y el Centro Nacional de Epidemiología del Instituto Carlos III vieron como positivo, llegando a destacar que las vacunas evitaron unos 17.000 casos positivos en covid y unos 3.500 fallecimientos en residencias durante el primer trimestre de campaña.
Con la llegada de la quinta ola de contagios en verano los principales afectados fueron los jóvenes, por debajo de los 40 años, pero no fueron los que más gravedad sufrieron. Según datos del Instituto de Salud Carlos III entre el 23 de junio y el 18 de agosto se registraron 2.128 fallecimientos por covid, de los cuales 1.906 fueron en personas mayores de 60 años, casi el 90% de las muertes en ese periodo, siendo la franja entre 80 y 89 años la más afectada.
Estos datos son consecuencia del crecimiento de casos, especialmente en residencias, durante el verano llegando a superar los 1.000 casos semanales, algo que no ocurría desde la primera semana de febrero. El aumento de casos se produce junto a más fallecimientos, con el pico en 170 en la segunda semana de agosto, el dato más alto en residencias también desde febrero.
Con la reducción de casos y la caída de la incidencia, los contagios y las muertes en residencias se reducen y, con la tercera dosis de refuerzo, se espera proteger más a los residentes, grupo de riesgo por edad, frente a la llegada de nuevas olas de contagios.