Con el 100% de la población mayor de 80 años vacunada con al menos una dosis, según las últimas declaraciones de Sanidad -a falta del tercer pinchazo que el laboratorio ha asegurado que será necesario a los ocho meses del último, como recordatorio- y todos los esfuerzos puestos en los mayores de 60 gracias a los viales de Pfizer, Moderna, AstraZeneca y Janssen, las comunidades empiezan a plantear cuál es el plan después. Cómo lo van a hacer con la siguiente franja, los de entre 50 y 59 años, un total de siete millones de españoles. Por el momento hay muchas incógnitas y el ritmo desigual entre municipios provocará un inicio escalonado. Sin embargo, la inmunización de este grupo nueve será clave para conseguir librar la presión hospitalaria. ¿Cuándo empezarán a suministrarse las vacunas.
El Ministerio de Sanidad continúa bloqueando el uso de Astrazeneca para menores de 60 años, por lo que no será utilizada en esta franja de edad, ni quiera en aquellos que, por su puesto laboral, recibieron la primera dosis (pese a que la Agencia Europea del Medicamento sí recomienda completar el proceso en estos casos). Por lo tanto, entre los 50 y los 59 años se administrarán las dos fórmulas de ARN mensajero, Pfizer y Moderna.
El compromiso de Pfizer es mandar 1,7 millones de dosis semanales a nuestro país y, los planes del Gobierno son, según incrementen su fabricación, adquirir más viales para acelerar el ritmo de vacunación de cara al objetivo de la inmunidad de rebaño en agosto. Pese a que todavía no hay un comunicado oficial al respecto, -Fernando Simón sigue centrándose en conseguir que la totalidad de los mayores de 60 estén protegidos-, se espera que Janssen ya que no hay ninguna recomendación específica para no hacerlo.
"Había prioridad por vacunar con las vacunas que fueran a los más vulnerables. Una vez conseguido eso, las vacunas disponibles, se pueden utilizar en los siguientes grupos de edad (a excepción de Astrazeneca). Una vez que se termine de cubrir a los mayores de 60 pues habría que valorar cómo se utiliza en los menores, y no creo que hubiera ningún problema, y más sabiendo que se están recibiendo más dosis de Pfizer de las que estaban previstas inicialmente", ha afirmado en rueda de prensa el director del CCAES.
Siguiendo la estrategia vigente, varias comunidades, ya se están planteando el mes de mayo como el de inicio de vacunación para la población que se encuentra en la cincuentena. La Comunidad de Madrid asegura que, si no se interrumpe el suministro de dosis, el 10 de mayo se empezará a inmunizar a las personas de entre 56 y 59 años y para final de mes a los de entre 51 y 55.
Un cálculo similar tiene Baleares, Salut asegura que los nacidos entre 1962 y 1971, ambos incluidos, empezarán a ser vacunados antes de que llegue el mes de junio, aunque por razones organizativas se solapen con la inoculación de segundas dosis de grupos anteriores. Otras comunidades como Aragón también han dado por hecho que en junio estarán inmunizados los de 50 y, antes de concluir el mes, se incorporará a los de más de 45, que actualmente se encuentran fuera del plan de vacunación publicado por el Gobierno central.
En Castilla la Mancha, Page augura que "probablemente en junio ya estemos con los de 50 muy avanzados. No solo vamos a poder respirar mucho mejor y mucho más serenos, sino que vamos a poder reducir a la mínima expresión el grado de fallecimiento que es lo que nos hace acumular un miedo enorme a la movilidad". Sea como fuere, las comunidades ven claro que, manteniéndose un suministro estable, el mes de mayo será clave para este grupo poblacional.
Aunque todavía es pronto para notar significativamente el efecto de la vacunación y habrá que esperar varias semanas hasta ver resultados concluyentes, el perfil del paciente covid En la segunda y la tercera, según un estudio realizado por la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades, era de unos 62 años.
Sin embargo, si nos fijamos en lo que ha ocurrido en países como Reino Unido, la esperanza llegará de la mano de los inmunizados en la cincuentena y la situación cambiará radicalmente. Siguiendo el ejemplo inglés, la presión asistencial en las UCIS será mucho menor y no habrá casi mayores, aunque, para ello, según alertan los expertos, no se pueden eliminar las restricciones de forma radical, ya que en ese caso los ingresos graves serán de jóvenes y adolescentes, aunque estos tienen menos riesgo de tener covid muy grave.