Una persona sana expulsa entre 10 y 20 gases diarios, lo que supone unos dos litros, lo suficiente como para llenar un globo. Esta rutina natural se realiza para eliminar vapores que suponen un riesgo para el organismo. Hablamos del sulfuro de hidrógeno colónico, un gas tóxico con un olor muy fuerte y que resulta dañino para el intestino.
Está implicado en el desarrollo de diversas enfermedades graves, como la colitis ulcerosa, el cáncer colorrectal o la obesidad. Los investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de Minesota aseguran que la cantidad de este gas aumenta o disminuye en función de la dieta que se siga. Te lo contamos.
“La dieta basada en productos animales (incluyendo carne, pescado, huevos, lácteos...) aumenta considerablemente la producción de sulfuro de hidrógeno en la mayoría de los participantes, mientras que si el menú predominante estaba basado en productos vegetales esta producción se reducía", asegura el estudio.
De ahí que la recomendación de estos expertos es que se fomenten dietas completas y saludables ricas en vegetales, frutas y legumbres, evitando un consumo excesivo de productos de origen animal. Esta es la única fórmula para conseguir la fibra necesaria sin pasarnos, ya que un exceso de esta también podría provocarnos demasiados gases, aunque no necesariamente de este tipo.
No obstante, este tipo de recomendaciones siempre deben ir de la mano de los expertos, ya que son los que determinarán cómo funciona exactamente la microbiota intestinal de cada paciente. Aunque los resultados de este estudio son representativos, no son necesariamente concluyentes ya que los individuos presentaron una importante variabilidad.
No es novedad que hay una serie de alimentos que se consideran flatulentos y que están relacionados directamente con la formación de gases ene el intestino. Hablamos, por ejemplo, de las legumbres, la coliflor, las coles de Bruselas o la lechuga. Cuando los ingerimos podemos empezar a notar cierta hinchazón que, con ayuda de una infusión tras su ingesta, mejorarán considerablemente.
Hay frutas y verduras que sientan mejor que otras, pero eso no debe hacernos pensar que tener muchos gases siempre es normal o positivo, ay que puede ser un signo de que exista algún problema digestivo mayor como un intestino irritable, una malabsorción de determinados nutrientes, una intolerancia o un sobrecrecimiento bacteriano.
Una mención especial se merece el café que es una de las bebidas más consumidas y que al ser un estimulante puede irritar las mucosas del estómago y del intestino. En caso de ser una persona propensa a gases, pueden empeorar los síntomas.