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La alimentación es la base de nuestra salud. Somos lo que comemos. Por eso mismo cada vez se cuida más la dieta, intentando mantener una equilibrada que aporte los nutrientes y las vitaminas necesarias para mantener un organismo fuerte y un sistema inmune sólido. Para ello es necesario no pasarnos en el aporte calórico, tampoco con el azúcar, o variar la alimentación más allá de la carne. Para ello, se hace bastante caso a lo que dicen los expertos, como los de Harvard, que entre sus últimas recomendaciones han incluido un nuevo ‘superalimento’ perfecto para las cenas, pero que aún no es muy popular en España.
Los expertos de la Universidad de Harvard Julie Corliss y Howard E. LeWine señalan en un artículo que los alimentos procedentes del mar están “vinculados a un menor riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer”, además de señalar que son más respetuosos con el medio ambiente, ya que su producción, entre otras cosas “genera menos emisiones de gases de efecto invernadero”.
De esta manera, exponen que elegir pescados pequeños, como el arenque o las sardinas, así como bivalvos, como las almejas, pueden aumentar ese tipo de beneficios, entre ellos, una gran fuente “de proteínas, micronutrientes como hierro, zinc y vitamina B12 y ácidos grasos omega 3 saludables para el corazón, que pueden ayudar a aliviar la inflamación dentro del cuerpo y promover un mejor equilibrio de lípidos sanguíneos”.
Además, destacan que los pescados pequeños son ricos en calcio y vitamina D, a lo que se suma una menor probabilidad de contener contaminantes como mercurio. Realmente este tipo de pescados ya están bastante incluidos en la dieta mediterránea, al igual que bivalvos como las almejas, las ostras o los mejillones, aunque con una presencia algo menor, a pesar de ser una gran fuente de proteínas y bajos en grasas.
Lo que sí que destacan mayormente los expertos de Harvard son las plantas acuáticas, bastante presentes en la alimentación de otros continentes, pero no en la española, especialmente refiriéndose a las algas. El auge de la comida japonesa ha hecho que este alimento coja algo de popularidad gracias al sushi, que se prepara con unas láminas de algas conocidas como nori.
No obstante, más allá del sushi, las algas se han ido diversificando en la alimentación, pudiendo encontrar desde cecina de algas hasta hamburguesas hechas con ellas.
Dependiendo del tipo de alga, estas pueden aportar unos nutrientes u otros, pero en general son bajas en calorías, además de una buena fuente de fibra y yodo, “un mineral necesario para producir hormonas tiroideas”, destacan. Entre los beneficios de las algas, estas permiten mantener regulados los niveles de glucosa en la sangre, además de los niveles de insulina, por lo que son unos grandes aliados frente a la diabetes de tipo 2.