El café no es para todos: ¿a qué personas no se recomienda su ingesta?

El café es una de las bebidas más consumidas a nivel mundial. Solo en nuestro país, se calcula que cada día se beben un total 65,6 millones de tazas, de las que al menos un 80% tienen cafeína, tal y como apuntan los datos de la Asociación Española del Café (AECafé). 

Ya sea en el desayuno, a media mañana con los compañeros del trabajo o por la tarde, en compañía de un amigo o familiar, el café forma parte de nuestros días. Y aunque su consumo no siempre ha estado muy bien visto, hay numerosos estudios que avalan sus múltiples beneficios para la salud.

En concreto, diversas investigaciones apuntan a que un consumo moderado de café puede mejorar el rendimiento físico y mental, acelerar la pérdida de peso, ayudar a la concentración y reducir el riesgo de padecer varios tipos de enfermedades, como algunos tipos de cáncer, las patologías cardiovasculares y las afecciones metabólicas, hepáticas y neurológicas. Además, también está relacionado con una menor tasa de mortalidad y puede ayudar a prevenir la aparición de la diabetes de tipo 2

Cuando se habla de consumo moderado de café con cafeína, se habla de una ingesta de hasta un máximo de tres tazas al día. Sin embargo, y a pesar de todos los beneficios que esta bebida puede ofrecernos si nos mantenemos dentro de los límites saludables, hay personas que, por distintos aspectos, deberían evitar su consumo en todo momento, ya que puede tener efectos perjudiciales para su salud. 

Las personas que no deberían tomar café

En concreto, los grupos de personas que deberían evitar el consumo de café con cafeína son cuatro: las personas que padecen ansiedad, las personas afectadas por migrañas y fuertes dolores de cabeza, las personas afectadas por gastritis y las mujeres embarazadas. 

En el caso de las personas que padecen ansiedad, se recomienda evitar la ingesta del café porque pueden ser más sensibles a la cafeína y acentuar y empeorar los problemas de su enfermedad. Lo mismo ocurre con las personas afectadas por migrañas o fuertes dolores de cabeza, que aumentan el riesgo de sufrir uno de estos problemas cuando consumen tres o más tazas de café. 

En el caso de las mujeres embarazadas, la ingesta de café se desaconseja porque, según varios estudios, puede dañar al neonato. En concreto, un consumo elevado de esta bebida, es decir, de más de tres tazas diarias, puede aumentar el riesgo de aborto y reducir considerablemente el peso del neonato, lo que le haría más vulnerable a distintos problemas para la salud, como las infecciones o las afecciones respiratorias. 

Finalmente, las personas que padecen gastritis deben evitar esta bebida porque el café puede aumentar la acidez del estómago y, consecuentemente, afectar al sistema digestivo. En concreto, esta bebida afectaría a la masa gástrica y podría tanto agravar los síntomas de enfermedades digestivas que ya se padecen como favorecer la aparición de úlceras.

En todos estos casos, se recomienda que los usuarios eliminen el consumo de café, especialmente con cafeína, o que, como mínimo, moderen al máximo su ingesta.