El pan es el alimento que nos suele acompañar durante nuestras comidas. Ya sea durante el desayuno, en forma de tostada, como en la comida o la cena, donde lo utilizamos para mojar y sopetear, el pan es ese alimento que siempre está en la mesa, aunque a veces puede acabar siendo decepcionante.
A pesar de que ahora podemos comprar pan en prácticamente cualquier establecimiento, existen importantes diferencias entre el producto que adquirimos en una panadería tradicional y aquel que adquirimos en las grandes superficies. El motivo es sencillo: mientras que los panaderos artesanos utilizan masa madre natural para elaborar sus productos, las marcas y cadenas de alimentación suelen utilizar otras levaduras y aditivos para poder producirlo a gran escala. ¿Resultado? Una hogaza de pan que poco tiene que ver con la de la panadería.
Aun así, y pese a las diferencias que existen en su modelo de producción, en ocasiones estas marcas y establecimientos comercializan sus barras de pan como productos hechos con auténtica masa madre para atraer a sus clientes, lo que hace mucho más difícil diferenciar un tipo de producto de otro.
Para evitar que nos den gato por liebre, desde Levadura Madre, una franquicia de panaderías que se ha convertido en referente en el sector por la calidad de sus productos, han compartido un listado en su página web con los aspectos en los que debemos fijarnos para identificar un pan de auténtica calidad. Si sois de los que echan de menos el sabor del pan tradicional, tomad nota: así podrás distinguirlo.
Tal y como señalan desde Levadura Madre en su propia página web, a la hora de comprar pan no debemos dejarnos engañar por la vista, ya que “la harina espolvoreada y el aspecto de hogaza rústica no son garantía de que el pan sea de obrador”.
El pan artesano, señalan, es el resultado de un trabajo que combina ingredientes naturales y de calidad con trabajo y grandes cantidades de paciencia, y para poder identificarlo debemos emplear todos y cada uno de nuestros sentidos.
En este proceso, desde Levadura Madre señalan que lo primero en lo que debemos fijarnos a la hora de identificar un auténtico pan artesanal es su peso. El pan, afirman, debe pesar, así que si nuestra hogaza es demasiado liviana, lo más probable es que estemos ante un producto industrial.
Otro punto importante al que debemos prestar atención es a la corteza. Tal y como señalan desde Levadura Madre, un buen pan se reconoce por “su corteza color pardo, más gruesa que la del pan industrial y muy crujiente”, por lo que debemos asegurarnos de que la corteza cruje antes de proceder con nuestra compra.
Además de fijarnos en la corteza, a la hora de comprar pan también debemos prestar atención a la “suela” y la “miga” ya que ahí podremos encontrar otra diferencia entre las hogazas artesanales y las industriales. Según señalan desde Levadura Madre, los panes con una base en forma de rejilla denotan una producción industrial realizada con un horno con ventilador, mientras que aquellos que tengan una base lisa habrán sido preparados en un horno de piedra. En el caso de la miga, desde la franquicia de panaderías apuntan a que los panes artesanales presentan agujeros irregulares y grandes, mientras que aquellos que se han producido de manera industrial tienen burbujas homogéneas.
Más allá de estos aspectos, desde Levadura Madre señalan que los panes artesanales son siempre irregulares, por lo que nunca encontraremos una barra idéntica a la otra, mientras que los industriales son “fotocopias”. O lo que es lo mismo: productos con una apariencia idéntica.
Finalmente, el último aspecto que nos dirá si un pan es artesanal o industrial es su olor. Y es que según señalan desde Levadura Madre, si el pan no huele es porque no ha reposado el “tiempo suficiente para que se desarrollen los ácidos orgánicos responsables de ese olor característico”, así que ya sabéis: si no oléis el apetecible olor del pan tradicional al ir a comprar vuestra hogaza, ni lo dudéis: no es un pan artesanal.