Con la llegada del calor y del verano llegan también las vacaciones, esa época del año en la que es más complicado cuidar la línea por culpa de las terrazas, los aperitivos y los caprichos helados. Pero algo que no debemos olvidar nunca cuando llegan las altas temperaturas es la necesidad de mantenernos hidratados. De ahí la recomendación de beber en torno a 2,5 litros diarios de agua. Sin embargo, existen diferentes zumos con los que evitar la deshidratación y además bajar la tripa, más allá de beber agua a secas.
Hay opciones igual de refrescantes que el agua y que no engordan. Obviamente, no nos referimos a las bebidas gaseosas, que no son precisamente las mejores para bajar el hinchazón de barriga. Hablamos de las bebidas tipo 'jugo detox' que ayudan a quemar grasa porque son depurativas. La clave de estas bebidas es mezclar tres ingredientes: agua, limón y jengibre.
Mucha gente ignora que el limón, una fruta muy rica en vitamina C, es uno de los mejores remedios naturales para favorecer la pérdida de peso. Por eso, el agua con limón es una bebida antioxidante muy eficaz para depurar ciertos excesos, combate la retención de líquidos, reduce la hinchazón de barriga y sirve para desintoxicar el organismo.
Pero la fórmula de este zumo no estaría completa sin la inclusión del tercer ingrediente, el jengibre. Esta planta contiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y compuestos bioactivos que, según algunos estudios, ayuda a inhibir el aumento de peso. El consumo de este té, en conjunto con el limón, tiene un efecto termogénico bueno para reactivar el metabolismo y evitar el sobrepeso.
La unión de las propiedades de ambos ingredientes da lugar a una bebida que es refrescante y que además está muy sabrosa. Además, beber una taza diariamente y en ayunas puede ayudar a mejorar los procesos cognitivos y a desinflamar aquellas partes del cuerpo que se encuentren en tensión. Ahora bien, hay que tener en cuenta que si se tienen problemas de gastritis, no es recomendable tomar bebidas cítricas en las mañanas y sin haber ingerido ningún alimento,