El verano acaba oficialmente el 22 de septiembre, pero, DANAS y gotas frías aparte, a finales de agosto ya se percibe un cambio de luz y de temperatura. Aún hay días cálidos, pero las noches son mucho más frescas. Algunos lo llaman veroño; otros, hablan del Veranillo de San Miguel, a principios de octubre o 'Indian Summer' en el mundo anglosajón. Pero en otras culturas, el misterio queda resuelta; se considera un periodo meteorológico propio con su propio nombre: la quinta estación.
Según la Medicina Tradicional China, los meses de septiembre y octubre corresponden a la quinta estación o verano tardío. Se trata de un momento de transición importante para nuestro cuerpo y energía que debemos comprender para sacar el mayor partido posible.
La quinta estación comienza a finales de agosto y dura hasta el equinoccio de otoño. Es una temporada breve, pero realmente distinta: los días todavía son largos y aún es época de recolección, pero la temperatura refresca por la noche.
Para la medicina china, el final del verano representa la transición de las energías Yang de los ciclos de crecimiento, floración y fructificación de primavera y verano, a las energías más Yin del período de cosecha, almacenamiento y letargo de otoño e invierno. La teoría de los cinco elementos en la medicina tradicional china organiza cada temporada con los elementos correspondientes y los sistemas de órganos del cuerpo.
El final del verano, según esta medicina, corresponde al elemento tierra y a los órganos del bazo y el estómago, responsables de nuestra salud digestiva y del sistema inmunológico. También juegan un papel importante en la nutrición de la sangre y en la masa muscular. Cuando el bazo y el estómago están en equilibrio, las digestiones son sanas y regulares, el sistema inmune está en perfecta condiciones y el ánimo, relajado.
Por el contrario, cuando el bazo y el estómago están débiles, además del malestar digestivo, se producen resfriados frecuentes, gripes o alergias. Hay otras patologías graves relacionadas con un estómago y bazos enfermos como la diabetes, el hipotiroidismo, los problemas musculares, la fatiga y los problemas inmunitarios crónicos también están relacionados con un bazo enfermo.
En esta quinta estación la dieta debe cambiar para ir adaptando nuestro cuerpo a los meses más fríos. Es momento de ir abandonando las ensaladas y los alimentos fríos en favor de las preparaciones más cálidas. Por ello, la nutrición más recomendable en el veroño es: