La Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha colocado uno de los cereales con mayor tradición histórica en el punto de todas las miradas. Su potencial resistencia al cambio climático y sus propiedades nutricionales se suman a que está libre de gluten, tiene un bajo índice glucémico y cuida el corazón. En Uppers nos hemos hecho eco del objetivo de la FAO porque queríamos conocer cuál es el cereal sin gluten perfecto para perder peso, saludable, apto para diabéticos y que además previene el estreñimiento.
Se trata del mijo, un cereal minusvalorado, asociado a la pobreza de forma indiscriminada y olvidado por la gastronomía occidental cuyas necesidades de cultivo y beneficios para el organismo superan con creces a otros cereales. Es originario de África y de Asia y durante siglos ha sido uno de los alimentos en los que se ha sustentado su dieta. Los países con mayor producción son India, Nigeria y China incluso en este último se han encontrado vestigios de su cultivo hace más de 10.000 años.
De esta forma, la Asamblea General de las Naciones Unidas declaró en marzo de 2021 de cara a 2023 el Año Internacional del Mijo, una contribución a los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Según publica la FAO, la iniciativa tiene la finalidad de “concienciar sobre los beneficios del mijo para la salud y la nutrición y su idoneidad para el cultivo en condiciones climáticas adversas y cambiantes, así como de dirigir la atención de las políticas hacia estos beneficios”. Los proyectos emprendidos por este organismo pretenden fomentar su producción y un consumo sostenible con todas las nuevas oportunidades de mercado que ello supone.
Los cereales como el mijo, la quinoa o la avena están empezando a consumirse en España más asiduamente desde hace unos años ya que tradicionalmente en las concinas se ha utilizado el trigo, el maíz o el arroz. Sin embargo, los primeros destacan por una propiedades nutricionales mucho más saludables. En el caso del mijo, al no tener gluten, se presenta como una opción perfecta para todas aquellas personas con intolerancia a esta sustancia. Además, es un hidrato de carbono con un índice glucémico bajo, pero muy energético por su alto contenido en proteínas y fibra, además de minerales, por lo que es perfecto para deportistas, diabéticos y dietas enfocadas en la pérdida o el mantenimiento de peso.
El análisis nutricional de 100 gramos de mijo en crudo aporta lo siguiente:
El mijo además es fuente de zinc, de vitaminas del complejo B y muy rico en compuestos fenólicos que le proporcionan propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y antimicrobianas. Todo ello le convierte en un cereal que debería estar presente en el menú semanal de niños, adultos y mayores y más aún en la dieta de los deportistas, de las personas con falta de hierro o con anemia, de aquellas que deben perder peso por salud y en la de los diabéticos.
Por un lado, con la práctica de deporte se suda y se eliminan minerales pero con la ingesta de mijo es posible reponer parte de esa pérdida. Por otro lado, el alto contenido en hierro ayuda a superar la debilidad física en los deportistas y se presenta como una elección acertada para las personas que tienen anemia y que de este modo pueden ampliar su menú y no quedarse solo en el consumo de carne o pescado. A su vez, al rico en fibra y proteínas es muy energético además de saciante y apto para perder peso. En cuanto a su nivel glucémico, es inferior al de otros cereales como el arroz y el trigo. El mijo ayuda a que las personas diabéticas mantengan equilibrados sus niveles de azúcar en sangre porque es un hidrato de carbono de absorción más lenta.
Igualmente, el mijo y su elevado contenido en fibra favorece la digestión, reestablece el tracto gastrointestinal y previene el estreñimiento y otros problemas digestivos. Lo que es importante tener presente es que como sucede con otros cereales, el organismo se verá beneficiado de todas las propiedades del mijo siempre que se consuma sin refinar, es decir, sin refinar.
La celebración del Año Internacional del Mijo por parte de la FAO se suma a la invasión de Rusia en Ucrania. Estos dos países se encuentran entre los mayores productores de maíz y trigo del mundo y la guerra ha afectado enormemente a la cadena de suministro global con escasez de estos cereales y una gran subida de sus precios. Así, desde Naciones Unidas se quiere poner el foco de atención en el mijo como un cereal que además de ser mucho más saludable es más sostenible.
Lo cierto es que el mijo sobrevive en terrenos que se enfrentan a una climatología muy adversa a diferencia de otros cereales. Es más, necesita muy poca agua para crecer, una escasa proporción de fertilizantes y además soporta temperaturas de hasta 60 ºC. Incluso es resiliente al clima, resiste la sequía, las enfermedades y las plagas. A su vez, como puede crecer en suelos pobres y degradados proporciona una cubierta en los suelos más áridas y reduce su degradación. También ofrece una oportunidad económica para los agricultores en pequeña escala, puede ampliar el abanico de alimentos a escala mundial y cabe la posibilidad de aplicar sus beneficios en otros campos como el farmacéutico o el cosmético.