Las dos caras de los batidos de proteína que toma tu hijo: de los beneficios a los riesgos

En algunos casos, la meta de llegar a lucir una figura tonificada lleva a las personas a duplicar los esfuerzos y horas de ejercicio en los gimnasios. Por acelerar esa búsqueda de resultados deseados, muchos deciden sumar ayudas desde la alimentación.

Los suplementos de proteínas son complementos a los que se acude cuando la persona necesita un "extra" del macronutriente, porque con la alimentación no llegan a cubrir el requerimiento diario. Algunos están compuestos por derivados del suero de leche, de la soja o de caseína. Se los mezcla con agua, leche o yogur (la fórmula es una medida de 25 gramos de polvo con 250 ml de líquido) y se le pueden agregar fruta o hielo para preparar un batido o utilizarlo como ingrediente en algún preparado (como en un pastel, en las magdalenas, en la gelatina). A diferencia de las barras proteicas, el polvo es más sencillo de digerir.

Entre los beneficios que aporta, los expertos en la materia mencionan que acelera el metabolismo, favorece el descenso de peso y fomenta el desarrollo de masa muscular. Además, controla el apetito, fortalece el sistema inmunológico, incrementa los niveles de serotonina y disminuye la ansiedad. Y es óptimo para consumir antes, al menos 30 minutos, y después de los entrenamientos porque repara y protege el tejido muscular. Pero también tendría algunos contras...

Posibles efectos positivos

  • Induce una mayor pérdida de peso y grasa corporal gracias a que la proteína es más saciante que los hidratos de carbono y las grasas, la consecuencia es que se reduce la ingesta de alimentos y con ello el aporte calórico total de la dieta.
  • Prevención frente a enfermedades coronarias siempre y cuando no se asocien al consumo de grasas saturadas ni carnes ultraprocesadas (hamburguesas, salchichas tipo frankfurt, embutidos, etc.). Las dietas hiperproteicas bien formuladas mejoran el perfil lipídico ya que ayudan a disminuir el colesterol total, el colesterol LDL y los niveles de triglicéridos. Además, estos efectos se ven potenciados si se realiza ejercicio de fuerza pues este entrenamiento ayuda a aumentar la masa, fuerza y potencia muscular, mejorando la composición corporal e incrementando también los niveles de colesterol HDL, lo que se traduce en una reducción del riesgo cardiovascular.
  • Mejora la resistencia a la insulina, según la revista Diabetes Care (2017), el consumo de proteínas parece incrementar los niveles de respuesta a la insulina, por lo que en personas con diabetes tipo 2 se podrían recomendar dietas con un consumo de proteínas entre 1-1,5 g/kg/día siempre y cuando no sufran ninguna patología renal.

Posibles efectos negativos

Las dietas hiperproteicas deben estar supervisadas por un dietista nutricionista que determine la necesidad de suplementar con batidos proteicos. En el mercado existen un sinfín de suplementos, que en muchas ocasiones no contienen los nutrientes que indican en su etiqueta, sino muchos más, y en muchas ocasiones estos no son nada deseables. Un estudio realizado por la Universidad de Harvard, publicado en 2020, concluyó:

  • Los batidos preparados a base de proteína en polvo pueden contener azúcares añadidos y otros componentes poco saludables para abaratar su coste, es muy importante escoger un suplemento proteico de buena calidad con ingredientes saludables.
  • Puede afectar a la digestión, las personas que padezcan alergia a los lácteos o problemas para digerir la lactosa pueden experimentar molestias gastrointestinales.
  • Exceso calórico, en muchas ocasiones el exceso de calorías que aportan los batidos no es necesarios, por lo que hará que la persona que los tome engorde.
  • Problemas renales. También existe cierta controversia acerca de que una alimentación hiperproteica ocasione daños renales en personas sanas a largo plazo, pero la evidencia científica actual no ha podido demostrar de forma clara esta relación.
  • Descalcificación ósea. El consumo de proteínas genera una serie de mecanismos para eliminar el amoníaco en forma de urea, y para este proceso participa el citrato cálcico de nuestros huesos, con lo que se relaciona una mayor ingesta de proteínas a una menor densidad mineral ósea. Sin embargo, algunos estudios recientes han afirmado que esta acidificación podría ser compensada por otros nutrientes de la dieta como los vegetales y las frutas y que, además, llevando a cabo una dieta hiperproteica junto con un aporte suficiente de calcio, potasio y otros minerales, no se producen efectos negativos sobre los huesos sino más bien al contrario: podría ser beneficiosa a largo plazo para la salud ósea. Se requieren más estudios para conocer el exceso proteico y la salud ósea.

Una dieta hiperproteica clásica es una dieta desequilibrada, desaconsejada y que no beneficia a largo plazo a la salud, es más, puede perjudicar. Una dieta alta en proteínas de buena calidad, equilibrada y adaptada a las necesidades individuales de la persona, que no excluya alimentos como los vegetales, frutas y grasas de calidad puede ser una estrategia alimentaria que puede producir efectos positivos en la salud. Los batidos de proteínas serán recomendables o no dependiendo de cada persona, en función de sus necesidades, y siempre como complemento a la dieta saludable y adecuada, nunca como sustitutivo.