¿Sirve tomar vinagre para controlar los picos de glucosa?

Si hay un peligro relacionado con la alimentación son las ideas, los trucos o los ‘milagros’ que corren por las redes sociales que, pese a que por una parte pueden ser ciertos y beneficiosos, su enfoque no lo es tanto e incluso puede llegar a ser perjudicial. Entre esas últimas modas, la de tomar vinagre antes de una comida porque ayuda a evitar que suban los niveles de azúcar después de comer. ¿Es cierto o estamos ante un nuevo bulo? ¿Cuáles son sus verdaderos efectos?

Sobre esto es de los que habla en una nueva entrega de ‘¿En qué quedamos? Por Mi dieta cojea’, donde cada semana el nutricionista Aitor Sánchez resuelve algunas de las principales dudas que van surgiendo sobre la alimentación. Y en esta ocasión le toca el turno al vinagre y a su relación con la bajada del azúcar en sangre.

Una realidad mal planteada

¿Es mentira lo que se dice? En realidad, no. El problema viene en la forma de plantearse, que debería ser de una manera más responsable, como por ejemplo promoviendo el aliño de las ensaladas con vinagre o que los encurtidos del aperitivo lo contengan. De esta forma no solo se consume vinagre, sino que también se fomenta el consumo de verduras y otros vegetales.

No obstante, lo que está ocurriendo con esta moda puede llegar a considerarse un verdadero disparate cuando el consejo pasa por beber vinagre antes de comerse un pedazo de tarta para evitar picos de glucemia, o que antes de tomar fruta sola, es mejor hacerlo con bacon.

¿Qué peligros pueden suponer estas prácticas? Lo primero, hacer que la población introduzca más dulces en su dieta y se dejará de disfrutar al ser más frecuente y no tan ocasional. Pero lo más grave es que se está extendiendo la idea de que el vinagre puede corregir una mala alimentación, algo que no es real. Si se introduce en la dieta debe ser porque gusta y porque va a permitir una alimentación más saludable.

Alimentos ricos en omega 3

No todo el mundo puede comer pescado, ya sea por alergia o porque no les gusta. Entonces, ¿dónde consiguen el omega 3 que necesita nuestro organismo? Las semillas de chía o las semillas de lino son una gran alternativa porque cuentan con ácidos grasos esenciales para nuestro cuerpo, aunque se deben preparar de una manera concreta para conseguir esos beneficios. ¿Otros alimentos que pueden ser una gran fuente de omega 3? Aitor Sánchez los explica en el vídeo.