Para muchos nutricionistas, el gazpacho y el salmorejo son los primeras preparaciones isotónicas de la historia por su gran cantidad de vitaminas y antioxidantes, necesarios para la vitalidad del organismo.
Entre otras propiedades, estas sopas frías también pueden ayudarnos a protegernos la piel de las radiaciones solares, al tiempo de conseguir un tono saludable.
Este verano, las doctoras Mar Mira y Sofía Ruiz del Cueto, de la Clínica Mira+Cueto, han creado una receta innovadora para optimizar todas las propiedades nutricionales de este plato, típico de la cocina cordobesa que goza ya de tanta popularidad como el famosísimo gazpacho. Con esta receta, que incluye ingredientes sorpresa que, en principio, no se ponen en el salmorejo tradicional, tendremos todas las vitaminas necesarias para el buen funcionamiento de la piel y carotenos para conseguir un tono bronceado más bonito.
¿Cómo se hace? Mezclamos en un vaso batidor o un robot de cocina 1 kilo de tomates, 1 diente de ajo sin semilla, 1 trozo de pimiento sin pepitas (mejor rojo para potenciar el efecto antioxidante), 3 zanahorias peladas crudas, un vaso grande de agua, un chorrito de AOVE, vinagre de manzana y sal.
Batimos todo hasta que quede una textura uniforme y corregimos si es necesario añadiendo una zanahoria más o medio vaso más de agua para que quede más o menos espeso al gusto. Podemos añadir también huevo duro picado y unos daditos de pepino como guarnición y tendremos la versión más fit de este plato tradicional tan fresco y apto para celíacos.
Los betacarotenos son pigmentos vegetales presentes en frutas y verduras de colores amarillo, naranja, rojo y verde. Son compuestos que se transforman en nuestro organismo en vitamina A, que participa en el buen funcionamiento de la piel. Actúan como antioxidantes naturales, neutralizando los radicales libres que oxidan nuestras células y aceleran el envejecimiento. Son conocidos por su efecto en la aceleración del bronceado, ya que estimulan la síntesis de melanina. Además, aportan beneficios para la visión.
Aminoácido precursor de la melanina que se sintetiza en la piel y que aporta el tono a la piel; por lo tanto, fundamental para mantener el pigmento de la piel. Entre los alimentos con mayor contenido de tirosina están principalmente los alimentos ricos en proteínas, ya sean de origen vegetal como la soja o el tofu, o de origen animal como la carne, el pescado, los lácteos y los huevos.
Es fundamental en todas las épocas del año, pero especialmente en verano. El agua es básica para mantener el metabolismo celular, la hidratación de nuestro organismo y favorecer la circulación y el drenaje. Entre los alimentos mas ricos en agua encontramos el pepino y la piña, ambos además con efecto diurético, la sandía o el tomate.