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El 56% de los españoles se estresa por mantener una dieta saludable en Navidad: tres claves para dejar de angustiarse

Llevar una vida saludable es, cada vez más, el propósito de muchos hombres y mujeres, y un objetivo clave cuando se van cumpliendo años. Ahora sabemos que una dieta adecuada, un buen descanso y el ejercicio físico moderado ayudar a que la edad no se incompatible con una buena calidad de vida. De estos tres factores, la alimentación es clave porque es algo que vamos a practicar diariamente. Por lo tanto, cuidarla es fundamental, siempre y cuando no se convierte un factor de estrés.

Angustia navideña

Sin embargo, la preocupación por la dieta puede alcanzar cotas preocupantes en determinadas épocas del año, como son el verano y la Navidad. Una reciente encuesta de HelloFresh, empresa especializada en kits de recetas, el 78% de los participantes afirma que el factor principal que ha influido en su cambio de hábitos alimentarios es una mayor conciencia sobre su salud. Pero en un mundo saturado de información sobre nutrición, esta tendencia positiva tiene una contracara: un número creciente de personas se siente abrumada por la presión de llevar una dieta perfecta.

Durante las fiestas, esta presión se intensifica. Un 56% de los encuestados reconoce sentirse estresado en algún momento por intentar mantener una dieta saludable en esta temporada. Estas fechas, tradicionalmente centradas en compartir momentos alrededor de la mesa, se ven opacadas para muchas personas por el llamado síndrome de 'burnout nutricional'. Este síndrome se caracteriza por la sensación de agotamiento mental provocado por el estrés y la culpabilidad al comer ciertos alimentos o no seguir un plan de alimentación estricto”, explica Paula Valiente, nutricionista y colaboradora de HelloFresh.

Miedo a engordar

El temor a ganar peso y el deseo de conservar los hábitos saludables adquiridos a lo largo del año son los principales motivos de preocupación durante estas fechas, según indica el 95% de los participantes. Como consecuencia, casi la mitad (43%) afirma que disfrutan menos de las fiestas. Esto demuestra que, aunque la búsqueda de una vida saludable es positiva, las expectativas poco realistas y la presión autoimpuesta pueden reducir la alegría de estas fechas, subrayando la importancia de encontrar un equilibrio que permita disfrutar sin culpas.

Para contrarrestar este síndrome y disfrutar de las comidas de esta temporada sin remordimiento, Paula Valiente ofrece tres consejos clave:

  • Cuidar lo que leemos. Sí, 'leemos' y no 'comemos'. Es aconsejable limitar la exposición a información no contrastada y, en su lugar, consultar a profesionales cualificados que puedan ofrecer una guía personalizada.
  • Evitar los extremos. No existen alimentos que sean malos por naturaleza, es el conjunto de los hábitos diarios lo que tiene un impacto significativo en la salud general. Por ello, es fundamental desprenderse de la culpa por una comida que se salga de la rutina habitual y disfrutar del momento.
  • Testar el hambre real. Durante las Navidades, si has disfrutado de una comida más copiosa, es recomendable reflexionar antes de la siguiente comida para evaluar si realmente tienes hambre. Si es así, hay que optar por una cena que forme parte de tu alimentación habitual es una buena opción. En caso de tener menos hambre, alternativas más ligeras, como un consomé o un yogur, pueden ser ideales.